La cepa predominante del SARS-CoV-2 no ha experimentado mutaciones significativas desde junio

El hallazgo de este estudio realizado en India sugiere que el riesgo de mutaciones peligrosas del virus es reducido y que las que se han producido y producen no deberían afectar a la eficacia de los candidatos a vacuna.

Científica analizando muestras en un microscopio (Foto. Freepik)
Científica analizando muestras en un microscopio (Foto. Freepik)
CS
27 octubre 2020 | 17:45 h

Un reciente estudio realizado por el Departamento de Biotecnología del Gobierno de India sugiere que la cepa actual del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, subtipo del virus predominante en estos momentos en el país y en muchos otros, no ha sufrido ninguna mutación importante desde el pasado mes de junio. Hecho de vital importancia para los candidatos a vacuna que se encuentran completando las últimas fases de sus ensayos clínicos.

La investigación ha contado con la participación del Instituto Nacional de Genómica Biomédica DBT, el instituto de Ciencias de la Vida, el Centro de Huellas Dactilares y Diagnóstico de ADN, el Centro Nacional de Ciencias Celulares, el Instituto de Ciencias Celulares y Regenerativas y el Centro Nacional de Ciencias Biológicas, que han secuenciado 1.058 genomas en los últimos seis meses. Naumitra Das, director del Instituto Nacional de Genómica Biomédica ha explicado que comenzaron a secuenciar el virus procedente de diversas partes del mundo desde el pasado mes de abril.

“Inicialmente había diferentes cepas. Pero en junio descubrimos que la cepa A2a del virus se encuentra predominantemente en India. No vemos ninguna mutación importante que haya ocurrido desde junio y que pueda reemplazar la cepa A2a”.

La mutación se refiere de forma general a la propiedad de un virus de sufrir cambios cuando se multiplica y puede desarrollar algunas cepas nuevas después de replicarse. En algunos casos, las nuevas cepas tienen a ser menos efectivas y por lo tanto, mueren pronto, mientras que en otros casos pueden volverse más poderosas y conducir a una expansión más rápida del virus.

“Inicialmente había diferentes cepas. Pero en junio descubrimos que la cepa A2a del virus se encuentra predominantemente en India. No vemos ninguna mutación importante que haya ocurrido desde junio y que pueda reemplazar la cepa A2a”

La preocupación ante las mutaciones del SARS-CoV-2 ha sido una constante en estos meses ya que cualquiera que se detecte podría tener nefastas implicaciones en el desarrollo de los actuales candidatos a vacuna. Varios estudios realizados a nivel global sugieren que los candidatos a vacunas que actualmente se encuentran en las últimas fases de sus ensayos clínicos no deberían verse afectados por las últimas mutaciones que hubieran podido producirse en el SARS-CoV-2.

“Esta mutación no debería afectar el epítopo antigénico utilizado para el desarrollo de vacunas. Por lo que también es aplicable para los diagnósticos. Como tal, no observamos una mutación continua, pero habrá una deriva”, afirma Das. Añade que se espera que se produzcan una o dos mutaciones, pero todo apunta a que no serán significativas. “No descartamos que puedan aparecer en el futuro por lo que debe haber una vigilancia constante”.

Señala que la cepa A2a es la predominante en la mayor parte del mundo lo que supone una noticia positiva ya que esta uniformidad augura la eficacia de las vacunas o fármacos desarrollados en cualquier parte. “El virus está mutando a una tasa de 26 veces al año (una cada 15 días) en India, y se encuentra dentro de los parámetros observados a nivel global ya que insinúa cierta estabilidad y las posibilidades de mutaciones de los subtipos en otros más peligrosos son reducidas”, concluye.

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