La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha presidido de forma telemática la Conferencia Sectorial de Educación, en la que han participado todos los consejeros autonómicos. Se trata de la quinta reunión que se celebra desde la declaración del Estado de Alarma el pasado 14 de marzo.
El objetivo del encuentro ha sido el de discutir el mecanismo de evaluación de los más de ocho millones de estudiantes de enseñanzas no universitarias que se encuentran confinados en sus casas.
“Todos los estudiantes van a poder culminar el curso escolar”, ha destacado en rueda de prensa la ministra, lanzando un mensaje de calma a todos los estudiantes y familias. “Es de justicia reconocer el esfuerzo que están haciendo los niños, niñas y jóvenes en este confinamiento para seguir aprendiendo desde sus casas y de las familias para ayudarles”.
Ha valorado también la dedicación de los docentes. “Una tarea difícil que hacen con verdadera profesionalidad y merecen toda nuestra confianza y respaldo”.
“Todas las propuestas han sido apoyadas por prácticamente todos los asistentes”, ha indicado señalando que el texto ha sido remitido a las Consejerías para que puedan adherirse todas. “Espero que ninguna quede descolgada porque la sociedad quiere certidumbre ante un momento de incertidumbre”.
Entre las principales decisiones adoptadas en esta reunión destaca la posibilidad de la apertura de los colegios el próximo mes de julio de forma voluntaria para que puedan ofrecer clases de refuerzo a los alumnos con necesidades educativas, o para la realización de actividades lúdicas. Nunca para actividades lectivas ha aseverado.
“Es de justicia reconocer el esfuerzo que están haciendo los niños, niñas y jóvenes en este confinamiento para seguir aprendiendo desde sus casas y de las familias para ayudarles”
Sobre la finalización del presente curso académico este se mantiene fijado para el mes de junio tal y como aparece fijado en el calendario escolar. De esta forma se rechaza la propuesta de los expertos que solicitaban que las clases se reanudasen en verano.
“Continúan los aprendizajes adaptados a las circunstancias. Ni acaba ahora ni se alargará más allá de junio”, ha destacado. “Se usarán distintas herramientas de educación a distancia”, poniendo especial foco en los alumnos que no pueden acceder a estas y aquellos que requieren necesidades especiales.
LA REPETICIÓN DE CURSO, UNA EXCEPCIÓN
Ha anunciado una flexibilización de los temarios y unidades didácticas buscando no cargar en esfuerzo a los alumnos. Aquí cobran especial importancia las actividades de refuerzo de los conocimientos.
“La evaluación será continúa”, ha recalcado “valorando los avances realizados y los déficits que hayan podido producirse en los alumnos para planificar el próximo curso”. De esta forma el tercer trimestre actuará como un elemento de diagnóstico para valorar los conocimientos del alumnado y poder desarrollar el plan educativo y formativo de cara al próximo curso 2020-2021.
"La repetición será una medida muy excepcional que deberá estar sólidamente argumentada. La titulación debe ser la práctica habitual para alumnos de 4º de ESO, 2º de Bachillerato y formación profesional"
Tal y como ha explicado la ministra la “norma general” será el aprobado por lo que la repetición de curso únicamente se producirá en situaciones extraordinarias. Estas han sido señaladas por la ministra como “una excepción”.
“Es necesario hacer una evaluación, una promoción y adaptación equitativa. La repetición será una medida muy excepcional que deberá estar sólidamente argumentada. La titulación debe ser la práctica habitual para alumnos de 4º de ESO, 2º de Bachillerato y formación profesional”.
De esta forma la evaluación del presente curso se efectuará en base a los dos primeros trimestres que pudieron desarrollarse de forma presencial. Para evitar el perjuicio a los alumnos el tercer trimestre del curso se valorará de una forma positiva mediante una evaluación de carácter diagnóstico que deberá ser definida por los docentes y la propia Administración.
La ministra ha señalado que tanto el Gobierno como las comunidades autónomas son conscientes de la adaptación que ha tenido que sufrir el sistema educativo como consecuencia del coronavirus para que “los aprendizajes se mantengan”.