La Estrategia Nacional de Vacunación contra la Covid-19 avanza a buen ritmo en España con más del 40% de la población ya con la pauta de inmunización completada. Pero el escenario epidemiológico se ha complicado en los últimos días como consecuencia de los preocupantes incrementos en las cifras de contagios, especialmente entre los grupos de edad más jóvenes.
La evidencia científica indica que, por norma general, los jóvenes cursan la enfermedad de forma leve o asintomática por lo que el riesgo de que se produzca un drástico aumento en las hospitalizaciones e ingresos en UCI parece descartado. Esto no significa que no suceda. Cuanto mayor sea el número de infectados entre las poblaciones jóvenes mayores serán las posibilidades de que algunos de ellos terminen requiriendo atención hospitalaria. Una preocupación añadida es que son estos grupos poblacionales los que todavía no han sido vacunados por lo que son más vulnerables a la infección.
Partiendo de esta fotografía y recalcando que la Covid-19 representa un riesgo para todos, aunque los más jóvenes piensen que a ellos no les afectará, se enfrentan a un problema sobre el que conviene poner el foco: Covid prolongado.
Un macro estudio desarrollado en Reino Unido halló que uno de cada 10 pacientes que han superado la Covid-19 desarrollará Covid prolongado. Este ha sido definido como la aparición de síntomas persistentes más allá de las tres semanas posteriores a la finalización de la infección. Otros estudios, como el realizado por investigadores de la Universidad de Washington, sitúan la posibilidad de desarrollar Covid prolongado en casi uno de cada tres pacientes que han logrado superar la enfermedad.
Un reciente estudio publicado en The Lancet revelaba que el 90% de los pacientes recuperados de la enfermedad continuaba manifestando alguno de los síntomas asociados a la misma. El porcentaje se sitúa en el 76% si hablamos de aquellos pacientes recuperados que continúan presentando algún síntoma más de seis meses después del inicio de la infección.
“Dado que hay muchos casos de Covid-19 en este momento y las tasas están aumentando, lamento decir que creo que tendremos una gran cantidad de casos de Covid prolongado, particularmente entre los más jóvenes donde las tasas de vacunación son mucho más bajas”
Un grupo de investigadores italianos estudió 129 pacientes menores de 18 años diagnosticados con Covid-19. Más del 50% de los menores presentaba al menos un síntoma asociado a la Covid-19 que persistió durante cuatro meses o más desde la detección de la enfermedad. El 22,5% reportó tres o más síntomas. Aunque los pacientes sintomáticos o aquellos que necesitaron ingreso hospitalario eran los que mayores probabilidades de desarrollar síntomas persistentes tenían, lo cierto es que algunos de los niños asintomáticos durante la fase aguda de la enfermedad manifestaron síntomas varios en los meses posteriores. Del total de pacientes que manifestaron síntomas prolongados, el 42% declara que esto ha influido en el desarrollo normal de su vida cotidiana.
El asesor médico del Gobierno de Reino Unido, Chris Whitty, realizaba las siguientes declaraciones el pasado martes 6 de julio en una conferencia virtual con la Asociación de Gobiernos Locales: “Dado que hay muchos casos de Covid-19 en este momento y las tasas están aumentando, lamento decir que creo que tendremos una gran cantidad de casos de Covid prolongado, particularmente entre los más jóvenes donde las tasas de vacunación son mucho más bajas”.
“Aunque todavía estamos aprendiendo sobre el virus, lo que está claro es que este no solo mata a las personas. Un número significativo de pacientes presentan una serie de efectos graves a largo plazo”, ha advertido el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Es imperativo que los gobiernos reconozcan los efectos a largo plazo de la Covid-19 y también garanticen el acceso a los servicios de salud de todos estos pacientes”, añadía.
“No está claro si estos problemas durarán meses o años. Si entre el 10-20% de las infecciones por Covid-19 en el mundo provocan secuelas a largo plazo, hablamos de un legado de entre 10 y 20 millones de personas. Un problema que tiene ramificaciones masivas en la vida de los afectados y supone un reto para la planificación médica”, alerta Danny Altmann, inmunólogo del Imperial College de Londres.