“Estamos trabajando con expertos de todo el mundo para monitorizar e identificar qué variantes son motivo de preocupación y cómo podrían afectar a nuestra respuesta”. Con estas palabras Richard Pebody, director de la estrategia de respuesta de vigilancia y epidemiología de la Covid-19 en la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), mostraba la preocupación del organismo ante la expansión de las nuevas variantes del SARS-CoV-2. “Los países deben aumentar la secuenciación de los aislados virales y notificarlos”, recomienda la OMS e insta “a continuar y redoblar las medidas básicas de salud pública y sociales que se sabe son efectivas, incluidas las pruebas el aislamiento, tratamiento de casos, rastreo de contactos y cuarentenas para todos los contactos y casos”, alertaba.
La identificación de las nuevas variantes del virus resulta de vital importancia para conocer no solo su comportamiento sino cómo está evolucionando su propagación. En este sentido, los países de la Unión Europea (UE) y aquellos que pertenecen al Espacio Económico Europeo (EEE) tienen una asignatura pendiente.
De acuerdo a los datos ofrecidos por un reciente informe elaborado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), en la mayoría de los Estados miembros la capacidad de secuenciación para la identificación de variantes del SARS-CoV-2 está por debajo de la recomendación establecida por la Comisión Europea. Dicha recomendación recomienda la secuenciación mínima de entre el 5 y 10% de las muestras totales de positivos por Covid-19.
Aunque la mayoría de países pertenecientes a la UE y al EEE están investigando activamente la aparición de variantes, todavía hay tres países que no lo están haciendo. El resto ha informado al ECDC de sus intenciones de aumentar su capacidad de secuenciación, pero requieren de apoyo por parte del organismo. Entre las principales necesidades específicas que detallan aparecen el desarrollo de protocolos de secuenciación y bioinformática.
La mayoría de los países (19) secuenciaron menos del 1% de las muestras positivas. De estos, siete países ni siquiera alcanzaron una proporción del 0,1% y 12 países han reportado resultados que oscilan entre el 0,1 y el 1% de muestras secuenciadas
Entre los mecanismos más repetidos para la secuenciación de muestras la mayoría de los países han informado al ECDC del uso de cribados semanales de muestras positivas al azar y la investigación retrospectiva de muestras positivas. Una decena de países apuesta además por pruebas exhaustivas. Estas se basan en la selección de todas las muestras positivas vía PCR para su posterior secuenciado. Cinco países solo han tomado muestras en casos de brotes y seis solo recogen muestras en aquellas zonas en las que se produce un crecimiento muy rápido de los casos.
Una estrategia adicional que no estaba considerada por el ECDC, pero sí por algunos países es la monitorización de grupos considerados de riesgo por infección de nuevas variantes. La encuesta realizada solicitó en última instancia la comunicación de la proporción de muestras positivas en SARS-CoV-2 que finalmente fueron secuenciadas.
La mayoría de los países (19) secuenciaron menos del 1% de las muestras positivas. De estos, siete países ni siquiera alcanzaron una proporción del 0,1% y 12 países han reportado resultados que oscilan entre el 0,1 y el 1% de muestras secuenciadas. Tres países declararon haber logrado una proporción del 1,2% y dos países alcanzaron el 5%. Únicamente tres naciones han considerado secuenciar más del 10% de las muestras positivas.
En base a estos resultados no resulta extraño que únicamente dos países calificasen en la encuesta del ECDC su capacidad de secuenciación como “excelente”, ocho como “suficiente” y nueve como “limitada”. Incluso un país informó de no contar con ningún tipo de sistema de secuenciación.
Se trata de la primera encuesta centrada en evaluar la capacidad actual de detección y secuenciación de variantes del SARS-CoV-2 en los países de la UE/EEE. Se solicitó a todos los Estados miembros que respondiesen 20 preguntas que describen la situación representativa de su país en este sentido. Tanto el ECDC como la Comisión Europea están planificando actividades de apoyo y, como primer paso, el ECDC ofrecerá servicios de secuenciación para los Estados miembros que serán adaptados a las necesidades operativas de cada país.