Así ha cambiado la Covid-19 la temporada de gripe y resfriados

Las distintas medidas adoptadas para contener la propagación de la Covid-19 han contribuido a reducir el impacto de otras enfermedades respiratorias comunes.

Vacuna contra la gripe (Foto: CAM)
Vacuna contra la gripe (Foto: CAM)

A mediados del mes de diciembre en el hemisferio norte suele iniciarse la temporada de gripe y otros virus respiratorios, pero, hasta la fecha, los niveles de muchas de estas infecciones estacionales se mantienen en niveles bajos en comparación con otros años. La pandemia provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 se encuentra detrás de esta situación ya que las distintas medidas adoptadas para contener la propagación de la Covid-19 han contribuido a reducir el impacto de otras enfermedades respiratorias comunes a la época en la que nos encontramos.

A pesar de que los resfriados o la gripe son ampliamente conocidos por todos, aún guardan numerosos misterios. Los científicos esperan que esta temporada que se ha visto “interrumpida” pueda revelar nueva información sobre sus mecanismos de transmisión y el comportamiento que presentan. Los expertos indican que, detrás de este descenso, podría encontrarse el hecho de que este año han sido menos las personas que han acudido a los centros médicos sumado a políticas como el uso de mascarilla, distanciamiento social y mayor higiene de manos.

Los datos ofrecidos por los Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) afirman que las pruebas positivas de gripe se han reducido en un 98% a pesar de que el número de pruebas enviadas se ha reducido solo en un 61%. Tras la finalización de la temporada de gripe en el hemisferio norte se inició en el hemisferio sur. Sorprendentemente, se han registrado pocos casos de gripe entre abril y julio de 2020, incluso cuando los casos de Covid-19 a nivel global continuaban creciendo. Tal y como informan en Nature, en Australia, Chile y Sudáfrica se detectaron solo 51 casos de gripe en más de 83.000 pruebas. “Sabemos que es menos transmisible que el coronavirus, pero la disminución ha sido mucho mayor de la esperada”, declara Sonja Olsen, epidemiológa del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias perteneciente a los CDC.

“No creo que podamos atribuirlo todo al uso de mascarillas y distanciamiento social”

“Algunos países de América del Sur no han hecho un buen trabajo en la contención de la pandemia, pero incluso allí, la gripe es baja”, señala el virólogo Richard Webby, del Hospital St. Jude en Memphis. “No creo que podamos atribuirlo todo al uso de mascarillas y distanciamiento social”. Sospecha que ha jugado un papel fundamental la escasez de viajes internacionales que han reducido su propagación por el mundo.

También podría haber ayudado el incremento de la vacunación contra la gripe por el temor a su confluencia con la Covid-19. La mayoría de expertos apuestan con cautela a una temporada de gripe leve en el hemisferio norte este año. Una buena noticia ya que ayudaría a aliviar la carga asistencial sobre los sistemas de salud tanto en centros de Atención Primaria como hospitalarios.

POSIBLES CONSECUENCIAS NEGATIVAS

Pero no todo es positivo. Si la temporada de gripe es mucho más leve este año en el hemisferio norte, esto podría dificultar la predicción de las cepas adecuadas para la vacuna contra la gripe de 2021. También podría tener consecuencias intrigantes a largo plazo. En este sentido Webby asegura que una temporada baja de influenza podría acabar con las variantes menos comunes. “En los últimos años han estado circulando muchos tipos de gripe diferentes. Es posible que lo que suponga esta temporada es en realidad una simplificación de nuestro panorama vírico, potencialmente permanente”.

La falta de competencia viral en huéspedes humanos podría abrir la puerta a nuevas variantes de gripe porcina en el futuro

Webby agrega que la falta de competencia viral en huéspedes humanos podría abrir la puerta a nuevas variantes de gripe porcina en el futuro. “Identificamos algunas de este cada año en las temporadas de ferias agrícolas. Uno de los elementos que frena mucho a estos virus es la inmunidad natural. Si la influenza es baja durante algunas temporadas eso podría dejar un espacio de mayor impacto para los virus porcinos”.   

Pero los virus relacionados con la influenza no son los únicos afectados. Existen cientos de virus que causan síntomas respiratorios similares a los del resfriado común y que van desde la parainfluenza hasta el metaneumovirus. La mayoría de ellos se han mantenido a raya durante el invierno en el hemisferio sur. “El único virus que no se detiene es el rinovirus”, asegura Janet Englund, investigadora de enfermedades infecciosas pediátricas del Hospital Infantil de Seattle. Los rinovirus son la principal causa del resfriado común, especialmente entre los niños.

La buena noticia es que algunos estudios sugieren que el resfriado común podría ayudar a protegernos contra la Covid-19. Si hablamos de inmunidad cruzada, es posible que una infección previa con un coronavirus pueda conferir cierta inmunidad ante el SARS-CoV-2, pero está demostrado que podemos infectarnos una y otra vez con estos coronavirus. Las infecciones anteriores por otros coronavirus parecen generar células T y B del sistema inmunológico que ayudan a recordar y atacar patógenos que pueden parecerse al SARS-CoV-2. Algunos estudios sugieren que estas células preexistentes podrían proporcionar una protección cruzada parcial contra el nuevo coronavirus.

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