En el año 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó, en su Clasificación Internacional de Enfermedades, el síndrome del trabajador, también conocido como 'burnout', como un problema asociado a cuestiones como el empleo o el desempleo.
Atendiendo a detalles concretos, esta dolencia se refiere a un estado de agotamiento y fatiga constante que implica una falta de eficacia y rendimiento en el trabajador poco motivado, según explica Tarik Jaserevic, portavoz de la OMS. Se caracteriza por tres elementos: un sentimiento de agotamiento, cinismo o pensamientos negativos y menor rendimiento profesional.
Una patología que afecta especialmente a los profesionales sanitarios y que, con la llegada de la pandemia de la COVID-19, se ha agravado de manera sustancial. Antes de la crisis sanitaria, un informe elaborado por Medscape en base a encuestas a médicos estadounidenses a mediados del año 2019, concluye que de los facultativos encuestados, que tenían entre 40 y 54 años, el 48% tenía desgaste profesional; de entre los de 55 a 73 años, el 39% sufre 'burnout' y un 38% entre los que tienen de 25 a 39 años. Más de 15.000 médicos de 29 especialidades respondieron a este estudio.
En los primeros puestos se encuentran Neurología, Urología, Medicina Familiar, Cuidados Intensivos, Medicina Interna y Medicina de Urgencias
El estudio realizado por Medscape recoge también cómo se distribuyen las especialidades en la escala de desgaste profesional. En los primeros puestos se encuentran Neurología, Urología, Medicina Familiar, Cuidados Intensivos, Medicina Interna y Medicina de Urgencias. Entre ellas, Urología y Neurología lideran el ranking en la última encuesta (54% y 50% informaron desgaste profesional, respectivamente), lo mismo que el año pasado.
Ya en tiempos de pandemia, el 97% del millar de participantes en el estudio 'Covid19PS', liderado por el Servei Universitari de Recerca i Innovació en Fisioteràpia (SURIF) de las Escuelas Universitarias Gimbernat padecen o han padecido este trastorno con afectaciones tanto a nivel físico como anímico.
A esto se suma que el 48% de los encuestados han sufrido niveles altos de agotamiento emocional y un 63% ha tenido niveles medios o altos de despersonalización. Además, según añade el estudio, tres de cada cuatro participantes, es decir el 75%, presentaban un nivel bajo o medio de realización profesional.
Un 61,6%, han presentado síntomas físicos relacionados con la Covid-19, tales como molestias neurológicas, musculoesqueléticas, generales, cutáneas, cardiovasculares, respiratorias, otorrinolaringólogas u oculares
En total han participado 1.159 personas, la mayoría trabajadores del sector de la Medicina, Enfermería, Fisioterapia y Terapia Ocupacional, de distinto sexo, edad y país. De estos, el 47,5% han sido profesionales que han mantenido una atención directa con pacientes Covid y un 28% han pasado la enfermedad. De hecho, un 3,7% la padecían en el momento de responder la encuesta, destacan los encargados del estudio.
Más de la mitad de los participantes, un 61,6%, han presentado síntomas físicos relacionados con la Covid-19, tales como molestias neurológicas, musculoesqueléticas, generales, cutáneas, cardiovasculares, respiratorias, otorrinolaringólogas u oculares.
Desprendido de esta muestra, desde SURIF concluyen que un 18% de éstas afecciones empezaron a raíz de la pandemia y hasta el 8,7% son síntomas atribuibles a una Covid persistente. Y han asegurado que todas las profesiones sanitarias han tenido un alto índice de consecuencias físicas debidas a la situación pandémica, ya sea por afectación directa con el virus o a causa de una sobrecarga laboral.