La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, está dispuesta a que los países europeos inicien el debate sobre la posibilidad de imponer la vacunación obligatoria contra la Covid-19. Ha señalado que los Veintisiete deben tener un debate sobre “cómo podemos alentar potencialmente pensar en la vacunación obligatoria dentro de la Unión Europea”. Una medida sobre la que ha destacado que “necesita discutirse” desde “un enfoque común”.
Las declaraciones de Von der Leyen se producían horas después de que el futuro canciller de Alemania, Olaf Scholz, se mostrase favorable a la implementación de la vacunación obligatoria en el país. Por el momento, Austria es el único país de la Unión Europea que ha establecido la vacunación obligatoria contra la Covid-19, fiada a partir de 2022.
Grecia ha apostado por imponer la vacunación obligatoria a los mayores de 60 años, estableciendo multas de hasta 100 euros mensuales para aquellos que no cumplan con la normativa. Una medida que ha sido duramente criticada en el país. Francia e Italia establecieron la obligatoriedad de la vacunación contra la Covid-19 para los trabajadores sanitarios.
Una medida sobre la que ha destacado que “necesita discutirse” desde “un enfoque común”
La mayoría de las naciones europeas, ante la nueva ola de la pandemia que está golpeando con virulencia al viejo continente en un contexto de bajas coberturas vacunales frente al virus, están apostando por el pasaporte Covid. Una medida con la que los gobiernos intentan limitar las actividades de los no vacunados y fomentar de esta manera el aumento de las nuevas dosis administradas. Una tarea fundamental de cara a la llegada del invierno y en un escenario en el que no solo preocupa la dominancia de la variante Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India), sino que el surgimiento de la variante Ómicron (B.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica) ha encendido todas las alarmas.
Los Estados miembros presionan desde hace varias semanas a Bruselas para que se unifiquen los criterios relativos a la administración de las dosis de refuerzo de los sueros. Una petición que desde la Comisión Europea han resuelto con la propuesta de una caducidad para los pasaportes de vacunación de nueve meses desde que se completase la pauta de inmunización. El objetivo de esta medida es incentivar la administración de las dosis de refuerzo, pero se trata de una medida que podríamos calificar como “blanda” en comparación con la propuesta de iniciar el debate sobre la vacunación obligatoria en el bloque.