La situación epidemiológica del SARS-CoV-2 en humanos y animales se encuentra en continua evolución. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) recoge en un nuevo informe que, hasta la fecha, las especies animales sobre las que se tiene constancia que transmiten el coronavirus son el visón americano, perro mapache, gato, hurón, hámster, ratones domésticos, murciélagos egipcios de la fruta, ciervo ratón y los venados de cola blanca. Los expertos destacan que entre los animales de granja el visón americano es que presenta la mayor probabilidad de infectarse de humanos y/o animales, así como una mayor capacidad de transmisión del virus.
De acuerdo con el informe en 2021 en la Unión Europea se notificaron 44 brotes de SARS-CoV-2 en granjas de visones en siete Estados miembros, mientras que en 2022 solo seis en dos Estados miembros, lo que representa una tendencia a la baja. El ECDC recoge los datos desglosados por países de la Unión Europea. En el caso de España hasta el mes de enero de 2022 se han detectado brotes de SAR-CoV-2 en 27 granjas de visones que han afectado a 104.000 animales destinados a la reproducción a 340.000 destinados a la industria peletera.
Los expertos del ECDC explican que la introducción del SARS-CoV-2 en las granjas de visones suele producirse a través de humanos infectados. Un problema que puede controlarse mediante la realización de pruebas sistemáticas a las personas que trabajan en estos recintos y con medidas de bioseguridad adecuadas.
“El enfoque de seguimiento actual más apropiado para el visón es la confirmación del brote basado en sospecha, la prueba de animales muertos o enfermos en caso de que aumente la mortalidad o el personal de las granjas resulte positivo en las pruebas realizadas”. Uno de los grandes temores sobre las infecciones por SARS-CoV-2 en animales es que estos puedan actuar como reservorios y permitan la evolución del virus hacia nuevas variantes que después puedan infectar a los humanos. Los análisis genómicos del coronavirus han identificado grupos de visones con infecciones con potencial de infectar a los humanos.
"No se recomienda una monitorización específica para la vida silvestre, más allá de las pruebas en animales capturados con signos clínicos o hallados muertos"
En general y para todas las especies animales, el impacto en la salud pública del posible contagio del SARS-CoV-2 de las granjas de visones a los humanos depende de varios factores: la variante del virus de la que se trate, la efectividad de las vacunas frente a dicha variante, la exposición previa a otras variantes y el estado de salud de cada persona. El riesgo para una persona expuesta ocupacionalmente a un visón infectado con SARS-CoV-2 se evalúa de bajo a moderado. Una evaluación sujeta a la incertidumbre relacionada con el impacto de las variantes potencialmente emergentes en los visones. El riesgo de propagación de una variante del SARS-CoV-2 con mutaciones específicas de los visones, o la reintroducción de una variante más antigua del virus con circulación previa en los visones en seres humanos se estima como baja.
Tal y como se ha señalado entre los animales domésticos los que corren un mayor riesgo de infección por SARS-CoV-2 destacan los gatos, hurones y hámsteres. Las infecciones en estas especies encuentran su origen probablemente en casos humanos y tienen un “impacto nulo o muy bajo en la circulación del virus entre la población humana”.
En los animales salvajes, incluidos los que se encuentran en los zoológicos, se han reportado casos en la mayoría de las especies de grandes carnívoros, grande simios y venados de cola blanca. “En la Unión Europea hasta el momento no se han notificado casos de animales salvajes infectados”, señala el informe.
Este recomienda la eliminación adecuada de los desechos humanos para reducir así los potenciales riesgos de propagación del virus a la vida silvestre. “Además, se debe minimizar el contacto con la vida silvestre, especialmente si están enfermos o muertos”.
“No se recomienda una monitorización específica para la vida silvestre, más allá de las pruebas en animales capturados con signos clínicos o hallados muertos. Los murciélagos deben ser monitorizados como huéspedes naturales de muchos coronavirus”, concluye el informe.