La telemedicina se ha erigido como una de las grandes alternativas como consecuencia de la pandemia provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Un ámbito que en los últimos meses ha experimentado importantes avances en su desarrollo y perfeccionamiento pero que aún presente numerosos retos como son la brecha en su acceso, especialmente para las personas de edad avanzada.
Un problema sobre el que han puesto el foco la Federación Aragonesa de Comarcas, Municipios y Provincias (Famcp) y la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ). Ambas asociaciones, tal y como informan desde el Heraldo, han registrado las quejas provocadas por la brecha derivada del sistema de telemedicina implantado en Aragón como consecuencia de la pandemia.
Estas asociaciones informan que la brecha se presenta con mayor incidencia entre las personas mayores y en aquellos municipios que carecen de buenos sistemas de cobertura o que incluso, no tienen acceso a internet. Con el objetivo de reducir este problema el Gobierno aragonés anunciaba recientemente la compra de 325 ordenadores portátiles como refuerzo para el sistema de telemedicina de la Comunidad Autónoma que se ha implantado en las 123 zonas básicas de salud de la región.
Los profesionales sanitarios que han sido consultados por la citada cabecera dejan claro que la telemedicina “no puede sustituir a la atención presencial”, pero si es un complemento. “Hay patologías imposibles de diagnosticar si no se ausculta al paciente o no se le ve físicamente”, expresa en este sentido Merche Ortín, secretaria general del sindicato CESM Aragón.
El presidente de Famcp, Luis Zubieta, ha informado del trabajo conjunto con Sanidad para que de forma progresiva pueda recuperarse la atención presencial a los pacientes en los centros de salud de Aragón. "El protocolo sigue bastante restringido. Somos conscientes de la realidad del momento y de que los centros pueden ser focos importantes de infección, pero hay que encontrar un equilibrio. Los ciudadanos merecen una atención digna y correcta", asegura.
La telemedicina “no puede sustituir a la atención presencial”, pero si es un complemento. “Hay patologías imposibles de diagnosticar si no se ausculta al paciente o no se le ve físicamente”
Recuerda en este sentido que muchas personas mayores no son capaces de conectarse a la red o enviar imágenes a los profesionales sanitarios que permitan realizar un mejor diagnóstico. Unos condicionantes que complican en ocasiones la correcta atención. Zubieta ha aseverado que, aunque el Gobierno de Aragón trabaja para la recuperación progresiva de la atención presencial, es el ritmo de la pandemia el que marca los pasos.
"En Murcia se están planteando incluso movilizaciones. Estamos hablando de unas carencias serias", indica Manuel Arnal, presidente de la FABZ. Asegura que existe un "generalizado", puesto que, según su opinión, la telemedicina ofrece una atención a los pacientes "de baja intensidad". "La brecha digital está suponiendo un verdadero problema", recalca.
"La brecha digital está suponiendo un verdadero problema"
Desde Sanidad recuerdan que ya hay atención presencial señalando que la telemedicina se presenta como una posibilidad más a la hora de atender a los pacientes. En este sentido, según recogen en la citada cabecera, la decisión de realizar la atención de forma presencial o por teléfono corresponde a los profesionales médicos en base a la gravedad del problema que presente el paciente y de si este puede resolverse o no mediante una llamada telefónica.
Desde la FABZ consideran la telemedicina como un buen punto de evolución de la medicina siempre que se gestione de forma positiva, pero tiene sus contraindicaciones puesto que “no siempre es tan sencillo como llamar por teléfono y escuchar al paciente”. Además, manifiestan su sorpresa ante la apertura de espacios de ocio, terrazas, bares o playas pero que aún no pueda acudirse a los centros de salud con garantías de seguridad tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios. Una situación que plantea riesgos de cara al futuro ya que continuar sin una Atención Primaria de calidad como la que se ofrecía antes de la pandemia puede derivar en diagnósticos erróneos o ausencia de estos traduciéndose en el desarrollo de enfermedades.
"Por ahora hay que ser cautos, aunque esperamos que, si todo va bien, podamos regresar en un futuro a la antigua normalidad", concluyen desde la referida asociación.