AY.4.2, el “descendiente” de la variante Delta que ha activado todas las alarmas

Los expertos advierten de que ya representa el alrededor del 6% de los nuevos casos detectados en Reino Unido, y piden que no cunda el pánico a la espera de mayor evidencia científica.

Muestras de sangre de pacientes positivos en Covid-19 (Foto. Freepik)
21 octubre 2021 | 00:00 h
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La variante Delta del SARS-CoV-2 (B.1.617.2, detectada originalmente en India) es desde hace ya tiempo la gran dominante a nivel mundial, tras imponerse a la variante Alfa (B.1.1.7, detectada originalmente en Reino Unido). De acuerdo con la evidencia científica con la que se cuenta hasta la fecha, Delta ha conseguido expandirse con gran rapidez por todo el global gracias a su mayor transmisibilidad y cierto escape inmunitario.

Un reciente estudio realizado por investigadores estadounidenses ha analizado los datos de 22 millones de personas mayores de 50 años (11 millones vacunadas y 11 no) de Estados Unidos, Reino Unido e Israel. Se ha observado que, transcurridos 14 días tras la inoculación de la segunda dosis, el riesgo de Covid-19 grave en el grupo de los inmunizados se reducía hasta en un 90%. Uno de los datos más positivos del análisis es que la vacunación ha demostrado ser efectiva contra la variante Delta, mostrando un 84% de protección en personas mayores de 75 años y de un 92% en el grupo con edades comprendidas entre los 50 y los 75 años, tal y como informan desde ABC.

En el momento epidemiológico actual en el que nos encontramos, la vacunación está permitiendo la eliminación de restricciones, medidas preventivas e intervenciones no farmacológicas, pero no debemos olvidar que el virus continúa entre nosotros. Un recordatorio que se ha materializado con cierta preocupación en Reino Unido tras la identificación de un “descendiente” de la variante Delta.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que los virus evolucionan y experimentan mutaciones como consecuencia de su replicación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reiterado en numerosas ocasiones la imperiosa necesidad de reducir la circulación del coronavirus para evitar el surgimiento de nuevas variantes ya que alguna de estas podría reducir significativamente la protección generada tanto a través de la infección natural como la mediada por las vacunas. Este temor es la base de las numerosas peticiones de la OMS para hacer llegar vacunas contra la Covid-19 a todos y cada uno de los países, independientemente de sus capacidades económicas, con el fin de evitar la aparición de nuevas variantes. Nadie estará a salvo hasta que todos lo estemos, es una de las proclamas más repetidas por la agencia de la ONU.

Con esta fotografía de fondo nos trasladamos a Reino Unido para poner el foco en los últimos datos oficiales hechos públicos por las autoridades sanitarias británicas relativas a la situación epidemiológica del país. La variante Delta continúa siendo la dominante pero los referidos datos sugieren que el 6% de los nuevos casos de Covid-19 detectados que se han secuenciado están producidos por un nuevo tipo de variante.

“Es potencialmente una cepa ligeramente más infecciosa. No es nada comparado con lo que vimos con Alfa y con Delta, entre un 50 y un 60% más transmisibles. Por lo tanto, estamos hablando de algo bastante sutil que se encuentra en investigación”

Se trata de AY.4.2 y contiene una serie de mutaciones que podrían ofrecer al SARS-CoV-2 mayores ventajas de supervivencia. Tal y como informan desde la BBC, se están realizando pruebas para comprender qué grado de amenaza puede representar esta situación.

Los expertos aseguran que es poco probable que esta variante se extienda a gran escala o cuente con una férrea capacidad para evadir la respuesta inmunitaria generada por las vacunas.

¿QUÉ SABEMOS DE AY.4.2?

Tal y como se ha explicado anteriormente, los virus mutan y existe un gran número de variantes del SARS-CoV-2 circulando en todo el mundo. La OMS cuenta con una clasificación de todas estas variantes sobre las que efectúa una estrecha vigilancia atendiendo a diversos factores. De este modo, nos encontramos con tres clasificaciones.

La primera de ellas engloba a las variantes del coronavirus que son clasificadas como de preocupación (VOC, por sus siglas n inglés). Estas comparten ciertas características que las hacen más transmisibles, con mayor capacidad para provocar enfermedad grave o cuentan con cierto escape inmunitario. Actualmente este grupo está formado por las variantes Delta, Alfa, Beta (B.1.351, detectada originalmente en Sudáfrica) y Gamma (P.1, detectada originalmente en Brasil).

El segundo grupo lo forman las variantes de interés (VOI, por sus siglas en inglés). La OMS solo incluye dos variantes en este grupo: Lambda (C.37, detectada originalmente en Perú) y Mu (B.1.621, detectada originalmente en Colombia).

“Es potencialmente una cepa ligeramente más infecciosa. No es nada comparado con lo que vimos con Alfa y con Delta, entre un 50 y un 60% más transmisibles. Por lo tanto, estamos hablando de algo bastante sutil que se encuentra en investigación”

El tercer grupo aglutina las alertas actuales de variantes bajo vigilancia compuesta por 16 linajes identificados que, por el momento, no representan una amenaza tan importante como para pasar a formar parte de los grupos anteriores.

Hasta la fecha, AY.4.2 no se encuentra registrada en ninguno de los tres grupos. Delta fue clasificada como variante de preocupación en Reino Unido en mayo de 2021 cuando se impuso a Alfa. En julio, los expertos identificaron los primeros casos de AY.4.2. Desde este momento este linaje de Delta ha ido aumentando lentamente su presencia y cuenta con algunas mutaciones nuevas que afectan a la proteína de pico (Spike) que el SARS-CoV-2 emplea para penetrar en nuestras células.

¿IMPLICA UN PELIGRO REAL?

La clasificación de las distintas variantes y linajes explicados son el resultado de los necesarios esfuerzos de secuenciación genómica del virus a nivel global. Sin esta tarea, sería imposible conocer la expansión del virus y sus nuevas variantes.

Los expertos se encuentran estudiando ahora el peligro que puede suponer AY.4.2. Si se confirma una mayor capacidad de transmisión o capacidad para evadir la respuesta inmune, se clasificaría como variante de interés o preocupación (en función del número de casos identificados y su expansión dentro de Reino Unido o más allá de sus fronteras). Hecho que se traduciría en un mayor control sobre esta variante.

En el momento actual no se cree que AY.4.2 pueda expandirse de la misma forma que lo hizo Delta (algunos estudios apuntaban a un capacidad de transmisión hasta un 60% superior a la de Alfa), por lo que podríamos estar ante una serie de casos anecdóticos.

“Es potencialmente una cepa ligeramente más infecciosa. No es nada comparado con lo que vimos con Alfa y con Delta, entre un 50 y un 60% más transmisibles. Por lo tanto, estamos hablando de algo bastante sutil que se encuentra en investigación”, declara en la BBC el profesor Francois Balloux, director del Instituto de Genética del University College de Londres.

Afirma que podría ser “hasta un 10-15% más transmisible”, y pide cautela hasta que se afiancen las investigaciones. Más allá de Reino Unido se han identificado algunos casos en Estados Unidos y Dinamarca, pero las nuevas infecciones de AY.4.2 en ambos países han descendido desde la identificación de los primeros casos.

La aparición de AY.4.2 se produce en un momento en el que la campaña de vacunación contra la Covid-19 en Reino Unido está estancada y se ha producido un incremento de casos. Motivo por el que los trabajadores sanitarios británicos han planteado la posibilidad de recuperar alguna de las restricciones adoptadas si se produce una "crisis de invierno", después de que el país superase el martes los 4,5 millones de casos desde el inicio de la pandemia y registrase su peor dato diario de fallecidos desde el mes de marzo.

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