Mientras el mundo espera una vacuna contra la Covid-19, el próximo gran avance en la lucha contra la pandemia podría provenir de una clase de terapias biotecnológicas ampliamente utilizadas contra el cáncer y otros trastornos, anticuerpos diseñados específicamente para atacar este nuevo virus.
El desarrollo de anticuerpos monoclonales para atacar al virus ha sido respaldado por los principales científicos. Así, Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, los calificó como “una apuesta casi segura” contra el coronavirus.
Cuando un virus supera las defensas iniciales del cuerpo, se activa una respuesta más específica, lo que desencadena la producción de células que atacan al invasor. Estos incluyen anticuerpos que reconocen y se adhieren a un virus, evitando que la infección se propague. Los anticuerpos monoclonales, cultivados en depósitos de biorreactores, son copias de estas proteínas naturales.
El desarrollo de anticuerpos monoclonales para atacar al virus ha sido respaldado por los principales científicos
Según ha informado Reuters, los científicos aún están trabajando en el papel exacto de los anticuerpos neutralizantes en la recuperación de Covid-19, pero los fabricantes de medicamentos confían en que los anticuerpos correctos o una combinación pueden alterar el curso de la enfermedad que ha cobrado más de 675.000 vidas en todo el mundo.
INMUNIDAD INSTANTÁNEA
A diferencia de las vacunas, que activan el propio sistema inmunitario del cuerpo, el impacto de los anticuerpos infundidos finalmente se disipa.
Aún así, los fabricantes de medicamentos dicen que los anticuerpos monoclonales podrían prevenir temporalmente la infección en personas en riesgo, como los trabajadores médicos y los ancianos. También podrían usarse como un puente terapéutico hasta que las vacunas estén ampliamente disponibles.
Los riesgos de seguridad para los anticuerpos monoclonales se consideran bajos, pero su coste puede ser bastante alto. También existe la preocupación de que el coronavirus pueda volverse resistente a anticuerpos específicos. Los investigadores ya están trabajando en compuestos de segunda generación con objetivos distintos a los picos en forma de corona que el virus usa para invadir las células.