El año 2020 será recordado, sin duda, por la pandemia de Covid-19, enfermedad causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que ha asombrado al mundo por su virulencia. Desde sus inicios, a finales de 2019, hasta ahora se han registrado de forma oficial al menos 78 millones de casos y se han notificado la muerte de 1,7 millones de personas a nivel mundial, según el mapa elaborado por la Universidad Johns Hopkins.
En España también ha sido un año de malas noticias. La incidencia de la pandemia ha sido importante en nuestro país, llegando a colocarse entre los estados con más casos y muertes. Y puede, incluso, que las estadísticas reales sean aún peores ya que de forma constante se han registrado excesos de defunción por encima de los datos oficiales, en comparación con las muertes registradas un año antes.
Pese a las aspiraciones iniciales de Illa, muy pronto comenzaron a cambiar las prioridades de Sanidad tras los primeros casos de Covid-19 en España
Sin conocerse apenas nada del nuevo coronavirus, España comenzó el 2020 con la conformación del primer Gobierno de coalición. Las repetidas elecciones electorales y la diversidad parlamentaria llevaron a que Pedro Sánchez liderara un Ejecutivo formado por miembros del PSOE y de Unidas Podemos.
La sorpresa llegó con el Ministerio de Sanidad, dividido en tres para dar cabida a la formación morada. El área sanitaria fue adjudicada a Salvador Illa, miembro por entonces del PSC y que se entendió como la ‘cuota catalana’ del Gobierno. Así, se puso fin a la etapa de María Luisa Carcedo tras un año y medio en el departamento. Mientras, Pablo Iglesias se convirtió en vicepresidente y responsable de Derechos Sociales y Alberto Garzón cogió la cartera de Consumo.
Pero pese a las aspiraciones iniciales de Illa, expresadas en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, muy pronto comenzaron a cambiar las prioridades del Ministerio de Sanidad. Las primeras noticias que llegaban de un brote de neumonía en Wuhan (China) desembocaron en la proliferación de casos en países de alrededor y, a continuación, a todo el mundo. Tras los primeros contagios en España, la alerta saltó cuando el virus llegó a Italia de forma desproporcionada.
PANDEMIA Y ESTADO DE ALARMA
La velocidad con la que se propagaba la enfermedad llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a que decretase la pandemia mundial por la Covid-19. A raíz de este anuncio, la mayoría de países anunciaron severas medidas de restricción de la movilidad y de concentración de personas. En España, el Gobierno decretó el estado de alarma el 14 de marzo, medida que permitió un confinamiento estricto de la población y que se prolongó hasta finales de junio.
El desconocimiento de la enfermedad, la falta de materiales sanitarios de protección o la inexperiencia en la gestión de pandemias llevaron a España a ser uno de los países más afectados
Marzo y abril fueron los meses más duros. El desconocimiento de la enfermedad, junto con la falta de materiales sanitarios para proteger a los profesionales y a la población y la inexperiencia en la gestión de pandemias llevaron a España a acumular récords, día tras días, de contagios y muertes. El colapso en los servicios de Urgencias, de las camas hospitalarias y de las UCI puso en apuros al SNS, que tuvo que suspender la mayor parte del resto de intervenciones.
Con el paso de las semanas, de forma muy lenta se logró doblegar la curva. Poco a poco llegó material sanitario y el Gobierno nacional y los autonómicos comenzaron a diseñar el proceso de desescalada. Al mismo tiempo los españoles aplaudían cada día a los profesionales sanitarios por su importante labor, también fue noticia los ciudadanos que pudieron salir de sus domicilios por causas justificadas. La desescalada comenzó y se desarrolló hasta los meses de verano.
ALIVIO ESTIVAL Y SEGUNDA OLA
El estricto confinamiento de marzo y abril, junto con el establecimiento de nuevas medidas sanitarias como el uso de la mascarilla, la distancia social y la higiene constante, provocaron una importante concienciación de la ciudadanía. Esto llevó a que las nuevas infecciones y las muertes marcaran mínimos durante varias semanas y que a principios de verano se respiraba un poco de alivio.
Sin embargo, la voluntad de abrir la economía por parte de las administraciones, tras meses de restricción casi total, las ganas de la sociedad de ver a las familias y de viajar tras un confinamiento estricto y el permiso de los gobiernos para ello, tendrían también sus consecuencias. Ya en agosto, varias comunidades autónomas notaron como las cifras volvían a crecer, lo que provocó el inicio de la segunda ola epidémica.
El 2020 ha traído el cambio en cuatro consejerías de Sanidad: se estrenaron Blas Trujillo (Canarias), Sira Repollés (Aragón), Gotzone Sagardui (País Vasco) y Julio García Comesañas (Galicia)
Este repunte se hizo extensivo a todas las regiones a partir del mes de septiembre, lo que desencadenó en un nuevo plan a nivel estatal para tratar de frenar de nuevo los contagios. No obstante, la idea de que había que convivir con el virus para que la economía no se hundiera tuvo más peso y marcó las directrices de las administraciones. Además, fue palpable la tensión entre gobernantesen la toma de decisiones, especialmente entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid.
Por otra parte, el año ha traído el cambio en cuatro consejerías de Sanidad. Comenzó en marzo con el cese de Teresa Cruz en Canarias, sustituida por Blas Trujillo. En mayo, Pilar Ventura dimitió como consejera de Aragón tras unas polémicas declaraciones y llegó en su lugar Sira Repollés. Después, las elecciones en País Vasco y Galicia provocaron el cambio en algunos de sus consejeros: en septiembre, llegaron Gotzone Sagardaui y Julio García Comesaña, en sustitución de Nekane Murga y Jesús Vázquez Almuiña.
NUEVO ESTADO DE ALARMA, NAVIDAD Y VACUNAS
La nueva proliferación de casos de Covid-19 llevó al Gobierno a diseñar un nuevo estado de alarma, pero esta vez sin confinamientos domiciliarios y con las comunidades autónomas como autoridades delegadas para tomar las decisiones correspondientes. En principio, esta herramienta jurídica estará en vigor hasta el mes de mayo, aunque podría revisarse en marzo si la evolución de la pandemia es buena y si la campaña de vacunación comienza a ser efectiva.
Antes de eso queda conocer qué repercusión tendrá las fiestas navideñas. Conscientes del cansancio de la población, se ha fijado un plan de Navidad para disfrutar con la familia aunque conscientes de que no podrán ser igual a la de otros años. No obstante, los avisos de que podría estar iniciándose una tercera ola ha instado a las comunidades autónomas a aplicar medidas de restricción más contundentes.
Todos los focos están puestos a nivel mundial en el inicio de la campaña de vacunación. En España y el resto de la UE se comenzará el domingo 27 de diciembre
A pesar de ello, todos los focos están puestos a nivel mundial en el inicio de la campaña de vacunación. En España y el resto de la Unión Europea se comenzará a vacunar a la vez, el domingo 27 de diciembre. En el caso español, será una residencia de Guadalajara donde se administre la primera vacuna frente a la Covid-19, por estar cercana al almacén de la compañía farmacéutica Pfizer.
La previsión es que las comunidades autónomas puedan comenzar a vacunar este domingo con las 10.000 dosis que llegarán el sábado a España. A continuación, se repartirán en torno a 350.000 dosis cada lunes a todo el país, durante 12 semanas seguidas. Con todo, la estimación del Ministerio de Sanidad es que tras esas semanas, se hayan repartido 4,5 millones de dosis para inmunizar a 2,3 millones de personas.
NUEVOS PRESUPUESTOS GENERALES
Junto al inicio de la vacunación, otra de las escasas noticias positivas que ha traído el 2020 es la aprobación de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE). Tras las sucesivas prórrogas de las cuentas de 2018, el 2021 será el año de la oportunidad para que el Sistema Nacional de Salud se recupere del impacto de la pandemia de Covid-19 y para que afronte los retos que tiene pendientes.
La previsión es que el Gobierno destine en 2021 un presupuesto de 7.330 millones de euros a política sanitaria, un aumento de 3.149 millones (un 75,3% más)
Las nuevas cuentas públicas entrarán en vigor el 1 de enero de 2021. La previsión es que el Gobierno destine un presupuesto de 7.330 millones de euros a política sanitaria, lo que supone un aumento de 3.149 millones (un 75,3% más) con respecto al año anterior. Buena parte de esta partida económica llegará de los fondos europeos aprobados en la Unión Europea para hacer frente a la pandemia.
Las principales novedades de estos presupuestos son: el pago de las vacunas frente a la Covid-19; la implementación del Marco de Atención Primaria, la modernización tecnológica del SNS; la incorporación de la salud bucodental a la cartera de servicios; el aumento de la dotación al Fondo de Cohesión Sanitaria o la exención en el abono del copago farmacéutico a tres nuevos colectivos.