Desde el inicio de la pandemia provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, los profesionales sanitarios se han convertido en uno de los grupos más vulnerables y con mayor riesgo a la hora de infectarse. Motivo por el que una de las principales reivindicaciones desde la aparición de los primeros casos de Covid-19 ha sido la necesidad de dotar al personal sanitario de todos los recursos necesarios para garantizar la seguridad de la principal línea de defensa que tenemos frente al virus.
Un hecho que cobra especial relevancia si tenemos en cuenta el alto porcentaje de pacientes asintomáticos. Personas infectadas por el virus que cursan la enfermedad sin ningún tipo de síntoma o con un cuadro sintomatológico de carácter leve pero que poseen una gran capacidad infectiva.
En este sentido es conveniente poner el foco en un reciente estudio realizado por el Instituto de Medicina Social y Preventiva (ISPM, por sus siglas en inglés). De acuerdo a la referida investigación, cuatro de cada 10 trabajadores de la salud que dan positivo en Covid-19, no presentan ningún tipo de síntoma. Esto significa que pueden ser transmisores de la enfermedad sin ser conscientes lo que supone un riesgo no solo para los pacientes sino para el resto de profesionales sanitarios con los que trabajan.
La tasa de infección por SARS-CoV-2 dentro de este grupo se encuentra entre el 7-10%
Los investigadores responsables del estudio han efectuado una revisión de 97 investigaciones que abarcan una muestra que supera los 230.000 profesionales sanitarios en 24 países. La tasa de infección por SARS-CoV-2 dentro de este grupo se encuentra entre el 7-10%.
Del total de los trabajadores que han sido positivos en Covid-19, el 48% eran enfermeras, el 25% médicos y el 23% profesionales del ámbito de la salud incluidos en otras categorías. De acuerdo al estudio el 43% ha trabajado en salas regulares no quirúrgicas, el 24% en quirófanos, el 16% en urgencias y el 9% en UCI. Un 29% ha desempeñado su trabajo en otras ubicaciones.
“La pérdida del gusto y del olfato, la fiebre y el dolor muscular se presentaron como los únicos síntomas significativamente asociados con la positividad del SARS.CoV-2”, explica el coautor del estudio Taulant Muka, investigador en el ISPM de la Universidad de Berna (Suiza).
El 48% eran enfermeras, el 25% médicos y el 23% profesionales del ámbito de la salud incluidos en otras categorías
Los datos agrupados de 15 estudios han mostrado que entre los trabajadores de la salud que dieron positivo en Covid-19, el 40% no mostraba síntomas en el momento en el que les fue diagnosticada la infección. Uno de cada 20 (5%), de los casos positivos analizados entre los profesionales de la salud desarrolló complicaciones graves y uno de cada 200 falleció (0,5%).
Dado que una gran cantidad de casos de Covid-19 podrían pasarse por alto si la detección de estos se dirige únicamente a los profesionales que presentan algún tipo de sintomatología, nos enfrentamos a un grave problema de propagación del virus tal y como afirma otro de los coautores del estudio, el doctor Oscar Franco, director del ISPM.
“Si bien se necesita más investigación para comprender las intervenciones específicas que puedan ayudar a reducir los casos de infección por SARS-CoV-2 entre los profesionales sanitarios, está claro que brindar a estos trabajadores los equipos de protección adecuados y todos los recursos necesarios resulta crucial en estos momentos”, concluye Franco.