Los españoles tienen la esperanza de vida más elevada de los países de la UE. El informe 'Los sistemas sanitarios en los países de la Unión Europea: características e indicadores de salud' del año 2017 sitúa a nuestro país como la nación europea con la esperanza de vida más alta al nacer con 83 años, según datos de 2015. Incrementándose gradualmente desde los 79,8 años de media que se fijaban en 2001. Superando la media europea de 80,6 años.
En 2017, la esperanza de vida en España alcanzó los 83,4 años, siendo una vez más, el nivel más elevado de los países de la UE. Sin embargo, el informe ‘State of Health in the EU’ elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advierte de que pese a que los españoles son los más longevos de la Unión Europea, muchos refieren enfermedades crónicas y discapacidad en la vejez.
Como indica el ‘Informe sobre el Estado de Salud en España’ las personas mayores constituyen un porcentaje cada vez mayor de la población española. Casi uno de cada cinco españoles (19 %) tenía 65 años o más en 2018, un incremento con respecto a la cifra de uno de cada nueve (11 %) en 1980, y se prevé que esta proporción aumente a más de uno de cada tres (36 %) para antes de 2050.
Casi el 60 % de las personas de 65 años o más aseguraban padecer una o varias enfermedades crónicas en 2017
De hecho, la población española hoy en día tiene una esperanza de vida de 21,5 años más una vez alcanzada la edad de 65 años, 1,5 años más que la media de la UE. Aunque, muchos de esos años se viven con algunos problemas de salud y discapacidades.
La OCDE informa de que casi el 60 % de las personas de 65 años o más aseguraban padecer una o varias enfermedades crónicas en 2017, aunque esto puede no impedirles llevar una vida normal y realizar sus actividades habituales si se gestiona adecuadamente. Más de uno de cada cinco afirmaba padecer al menos una limitación en las actividades cotidianas, como comer o vestirse, lo que podría requerir algún tipo de servicios de asistencia de largo plazo. Asimismo, casi el 40 % afirmaba tener algunos síntomas de depresión, un porcentaje mayor que en otros países de la UE.