La Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), colaboradora necesaria del Atlas de los Cuidados Paliativos en Europa 2019, que se ha presentado en el XVI Congreso Mundial EAPC 2019 en Berlín, asegura que esta radiografía europea que sitúa a España a la cola en la atención de los pacientes al final de la vida es una “gran oportunidad” para que los nuevos Gobiernos central y autonómicos “reaccionen” ante una realidad que desprende datos como que 80.000 personas mueren cada año sin los cuidados paliativos necesarios.
“Venimos años denunciando esta situación, que sólo responde a la falta de voluntad política respecto a la regulación de los cuidados paliativos, pero seguimos estando aquí para dar nuestra confianza al nuevo Gobierno y a los que se formen en las comunidades autónomas con el fin de resolver estas carencias”, asegura el doctor Rafael Mota, presidente de Secpal.
El Atlas no sólo registra un estancamiento –y un retroceso en algunas variables– de los cuidados paliativos en España en los últimos ocho años, con 0,6 servicios especializados por cada 100.000 habitantes, muy alejados de los 2 puntos que recomiendan los organismos internacionales, sino también “una preocupante falta de equidad entre las comunidades autónomas y entre el medio rural y el urbano”, añade el doctor Mota.
El estudio coloca a España al mismo nivel que Georgia o Moldavia
Esta obra de referencia en Europa, que ha sido coordinada por el doctor Carlos Centeno, investigador principal delPrograma Atlantes del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra y ha contado con la colaboración de Secpal, coloca a España en el puesto 31 de los 51 países europeos analizados en cuanto a servicios específicos por habitante, al mismo nivel que Georgia o Moldavia.
En toda la región europea existen 6.388 servicios especializados en cuidados paliativos, y concretamente, España cuenta con 260 recursos específicos, siendo superada por Alemania (914), Reino Unido (860), Francia (653), Polonia (587), Italia (570) y Rusia (321), países que concentran el 47 por ciento del total.
Estas estadísticas confirman “las demandas reiteradas por parte de nuestra sociedad científica en relación a la insuficiencia de recursos específicos, la escasa y desigual cobertura en el territorio nacional y la falta de reconocimiento de la categoría profesional de los médicos, enfermeros, psicólogos y trabajadores sociales que son necesarios en los equipos de cuidados paliativos”, añade el presidente de Secpal.
En el Atlas se revela, además, cómo en torno a 4,5 millones de personas mueren cada año en Europa con un gran sufrimiento derivado de la enfermedad, de las cuales 140.000 son niños. Y en España, de las 228.00 personas que fallecen anualmente con necesidad de cuidados paliativos, alrededor de 80.000 lo hacen sin acceder a ellos. Además, se trata de una prestación que va a necesitar el 50 % de la población al final de su vida.
Datos suficientemente esclarecedores como para que la Administración “reflexione y se ponga manos a la obra para resolver un problema frente al que nos tendrá a su lado”, indica el doctor Rafael Mota, quien enumera, de forma concreta, cinco medidas fundamentales para poner en marcha a la mayor brevedad posible:
- Que se desarrolle y se apruebe con dotación presupuestaria una Ley Nacional de Cuidados Paliativos, aprovechando el recorrido parlamentario que ya tuvo en la anterior legislatura la Proposición de Ley de Derechos y Garantías de la Dignidad de la Persona ante el Proceso Final de su Vida, respaldada, además, por todos los grupos políticos.
- Reactivar la Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos de 2007, que supuso entonces un avance significativo en la regulación y en la dotación de recursos, pero paralizada desde el año 2014. Una herramienta fundamental participada por sociedades científicas, entidades sociales, Gobierno y comunidades autónomas que marca el camino para avanzar en los cuidados paliativos como derecho fundamental de todas las personas.
- Reconocer a los profesionales que desarrollan su labor en Cuidados Paliativos mediante la acreditación de la especialidad o subespecialidady que ésta sea requisito indispensable para trabajar en recursos específicos de Cuidados Paliativos. Consideramos necesario que desde el Gobierno central se inste a las comunidades autónomas a que desarrollen la categoría profesional, como ha hecho recientemente Castilla y León, pero extendiendo este reconocimiento no solo a los profesionales de la Medicina, sino también a los de Enfermería, Psicología y Trabajo Social.
- Incluir los Cuidados Paliativos como asignatura obligatoria en la Universidad en las titulaciones de Medicina, Enfermería, Psicología y Trabajo Social como una formación necesaria para los futuros profesionales.
- Mayor desarrollo de la atención psicosocial y de los cuidados paliativos para todos los enfermos que lo necesiten, no sólo los pacientes oncológicos adultos, sino también los niños y aquellos afectados por enfermedades graves e irreversibles o quienes se encuentran en un proceso de final de vida. En definitiva, entender los cuidados paliativos centrados en la persona como un derecho humano que requiere una atención integral de calidad.