Tal y como sostienen todos los expertos a nivel nacional e internacional, la aplicación de la Medicina predictiva y personalizada será el futuro de los sistemas sanitarios de todo el mundo. Para su aplicación, además de elementos tecnológicos como la inteligencia artificial, juega un papel esencial el estudio pormenorizado de la genética.
Conscientes de la importancia del análisis genético, todos los países de la Unión Europea (UE) han incluido en sus sistemas de formación sanitaria la especialidad de genética clínica. Todos, salvo uno: España. Esta situación deriva en que la ordenación de los servicios de salud autonómicos sea muy dispar en el Sistema Nacional de Salud (SNS).
En una entrevista concedida a El Confidencial, la titular en funciones de la Asociación Española de Genética Humana (AEGH), Encarna Guillén, sostiene que, para los ciudadanos, la carencia de la especialidad deriva en una "falta de equidad" en el acceso. "De forma general, no pasa por la cabeza de los gestores organizar un servicio de genética integral que dé respuesta a las necesidades", apunta.
"La genética clínica pasó todos los cribados en 2014, el problema fue que estaba incluida en un decreto que no prosperó, pero no porque se considerara que las nuevas especialidades eran un problema"
El situación política que ha vivido nuestro país en los últimos años no ha beneficiado a la incorporación de la genética clínica a las especialidades del SNS. Desde el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, con María Luisa Carcedo al frente, apuestan por un Real Decreto específico que se centre, en exclusiva, en nuevas especialidades y que evite paralizaciones como la que ocurrió con el conocido como Real Decreto de Troncalidad. No obstante, este paso en firme todavía no se ha producido.
"La genética clínica pasó todos los cribados en 2014, el problema fue que estaba incluida en un decreto que no prosperó, pero no porque se considerara que las nuevas especialidades eran un problema", matiza Guillén en declaraciones al citado diario.
FALTA DE COHESIÓN
A juicio de la exconsejera de Sanidad de la Región de Murcia, la falta de la especialidad no va ligada a que las personas que trabajan en los laboratorios no estén bien formadas; sin embargo, han adquirido sus conocimientos "de maneras muy diferentes". "Quienes no son médicos tienen un problema adicional, son profesionales que están trabajando en una situación laboral precaria porque no están considerados especialistas, sino técnicos", finaliza