“Ha costado. Pero este es sólo el primer paso. Ahora toca ponerla en marcha, que va a ser lo más complicado, y hacerlo bien”. Estas declaraciones resumen bien el esfuerzo y la presión realizada en los últimos años por organizaciones sanitarias y asociaciones de pacientes para que el Sistema Nacional de Salud (SNS), mediante la intervención del Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, procediera a indicar la profilaxis pre-exposición (PrEP), medicamento recomendado para reducir el riesgo de adquirir infección por VIH. Para valorar qué supone la financiación de esta indicación, que se iniciará oficialmente este viernes 1 de noviembre, ConSalud.es ha entrevistado a Ramón Espacio, presidente de la Coordinadora Estatal de VIH y sida (Cesida).
¿Esto significa que desde este mismo viernes se podrá dispensar la PrEP en los servicios de farmacia hospitalaria y los centros autorizados?
Suponemos que llevará unos días porque se tendrá que adaptar a las comunidades autónomas. Lo que sabemos es que este medicamento entra en el nomenclátor y a partir de ahí las comunidades autónomas tienen un tiempo para incluirlo en los suyos para que se pueda prescribir en la indicación de PrEP. No sé los plazos que lleva adaptarlo dentro de los sistemas de prescripción informáticos de las comunidades autónomas pero en principio no puede tardar mucho.
"Esperamos que los criterios sean mejorables y se adapten de forma más individualizada al riesgo real que tiene una persona de adquirir VIH, independientemente de su orientación sexual o de lo que fuera"
¿Haría falta adaptarlo a unos indicadores concretos de cada región?
Se está trabajando en los desarrollos de los circuitos de dispensación. Ahora lo que está aprobado es la dispensación en el entorno hospitalario pero también se permite en los centros autorizados. Estos centros deberán cumplir los requisitos que hay. Pueden ser oficinas de farmacia, centros ITS, centros de diagnóstico de VIH, algún centro de salud de Primaria. Esto se tendrá que trabajar desde las comunidades. Esto es solo un primer paso, pero hay que saber cómo implementarlo. Nuestra visión es que dependiendo de las realidades asistenciales de cada autonomía, de la demanda real que vaya a haber y de los dispositivos de los que disponga el sanitario, habrá que adaptarlo para que sea un circuito sencillo.
A partir de ahora, ¿cómo será el proceso para que un paciente de riesgo pueda usar el tratamiento?
Esto dependerá bastante de los circuitos que se establezcan. Pero en un principio, se accederá a las unidades de Medicina Interna y de Enfermedades Infecciosas, aunque podría variar en los próximos días, mediante un médico de Atención Primaria o una derivación directa de otro servicio. Cuando se evalúe al paciente, se le hagan las pruebas pertinentes y se cumplan los criterios, podrá acceder a ello y se le dispensará en el hospital. Pero estamos ante algo prematuro que está por definir y no tenemos una información detallada de cuál va a ser el circuito específico de cada sitio.
"No es simplemente dar una pastilla, hay que hacer una intervención psicosocial, evaluar el riesgo, ver las situaciones personales, dar apoyo psicológico y que no sea excesivamente complicado para el usuario"
¿Estáis de acuerdo con los grupos de riesgo y los criterios establecidos por el Ministerio de Sanidad para que pueda accederse a la PrEP?
Creemos que estos criterios habrá que evaluarlos a medio plazo y definirlos. En principio, se trata de la indicación terapéutica de la ficha técnica del fármaco, que es para población en alto riesgo de adquirir el VIH. Es evidente que en nuestro país, los criterios se acercan a cuál es la realidad epidemiológica. Pero, probablemente, esperemos que en el futuro sean mejorables para que se adapten de forma más individualizada al riesgo que tiene una persona de adquirir VIH, independientemente de su orientación sexual o de lo que fuera. Tiene que ver más con el riesgo real que esta persona tiene.
Ahora la principal tarea en la que tenemos que trabajar es en establecer unos circuitos de dispensación que realmente lo hagan fácil. No es simplemente dar una pastilla, hay que hacer una intervención psicosocial, evaluar el riesgo, ver la situación personal de cada uno, dar apoyo psicológico y que no sea excesivamente complicado para el usuario, porque requiere de controles trimestrales. Estamos trabajando para facilitar que esto tenga el impacto necesario en la salud pública y en la distribución de los diagnósticos.
¿Sobre qué precio podría costar al Sistema Nacional de Salud cada tratamiento?
Lo que sabemos es que es un precio muy económico, similar al que se está consiguiendo por las vías irregulares.
"Creemos que la PrEP va a servir como catalizador de toda la respuesta que necesitamos, que es diagnosticar pronto o tratar a todo el mundo con VIH para romper con la cadena de transmisión"
Después de haber alcanzado este paso, ¿qué es lo más urgente que se debe abordar?
Insisto en que se deben establecer unos circuitos de dispensación eficaces, ágiles, que faciliten el acceso a las personas. Y que más allá de la intervención médica, se aborde la realidad y todos los problemas de salud sexual. Siempre hemos defendido que la PrEP es una estrategia más de todas las que tenemos, que básicamente siguen siendo el uso del preservativo, el diagnóstico temprano de la infección, el tratamiento de las personas con VIH, el control de las ITS. Creemos que si se hacen las cosas bien, la PrEP puede vehiculizar todo esto y atraer al sistema sanitario a personas con prácticas de riesgo. Si estas personas, que no suelen venir, acuden pues diagnosticaremos a más gente; si hay ITS las diagnosticaremos antes; y podremos hacer una intervención más global sobre asuntos colaterales como la salud mental, etc. Creemos que la PrEP va a servir como catalizador de toda la respuesta que necesitamos, diagnosticar pronto o tratar a todo el mundo con VIH para romper con la cadena de transmisión.
Tras todo el esfuerzo, imagino que la valoración final será positiva ¿no?
Nuestra valoración es que este es el primer paso. Ha costado y ahora toca ponerlo en marcha, que va a ser lo más complicado. Pero por fin España puede ponerse al nivel de los países europeos del entorno en los que esta medida estaba disponible ya. Seguiremos presionando para que no nos quedemos atrás. Ya la tenemos y ahora toca hacerlo bien.