Escocia se ha situado como el primer país del mundo en dejar de lado, en el ámbito hospitalario, el anestésico desflurano debido al peligro que comporta para el medio ambiente. Los datos de Servicio Nacional de Salud sostienen que el gas, utilizado en los procesos posteriores a las cirugías, afecta 2.500 veces másal calentamiento global que el dióxido de carbono (CO2).
Con su prohibición, y tras su pico máximo en 2017, se reducirían las emisiones equivalentes a alimentar a 1.700 familias al año. Es preciso recordar que Inglaterra prohibirá el producto a partir de 2024 y, al igual que Escocia, restringe su uso para cualquier elemento que no sean circunstancias excepcionales.
"Me di cuenta en 2017 de que la cantidad de desflurano que usamos en un día típico de trabajo como anestesista generaba emisiones equivalentes a conducir más de 1.000 kilómetros"
Prohibirlo en los hospitales de Inglaterra reduciría las emisiones nocivas equivalentes a las causadas por el suministro eléctrico de 11.000 hogares cada año. Por ello, es probable que otros países, incluidos muchos en Europa, hagan movimientos similares en los próximos años.
El doctor Kenneth Barker, anestesista y líder clínico del Programa Nacional de Teatros Verdes de Escocia, ha dicho que se sorprendió al descubrir que el medicamento anestésico que había usado durante más de una década para muchas operaciones importantes y de rutina era tan perjudicial para el medio ambiente.
"Me di cuenta en 2017 de que la cantidad de desflurano que usamos en un día típico de trabajo como anestesista generaba emisiones equivalentes a conducir más de 1.000 kilómetros", ha declarado. Decidió dejar de usarlo de inmediato y muchos compañeros anestesistas se sumaron a su iniciativa.