Un reciente caso que se ha dado a conocer estas semanas sobre una "falsa curandera" ha reabierto algunos debates sobre la peligrosidad de las figuras que se hacen pasar por sanitarias y ofrecen curaciones mágicas a personas con patologías graves o en situación de vulnerabilidad.
Según se ha denunciado por parte de familiares de víctimas, esta mujer, supuestamente, habría querido convencer a persona mayor y enferma de que dejase su tratamiento de diálisis diciendo que los médicos la estaban envenenando con este tratamiento. Ella misma se defendió en un programa de televisión'. "Yo no soy ninguna curandera, soy sanadora espiritual", dijo.
No obstante, desde la Red de prevención sectaria y del abuso de debilidad, se la acusó de llevar 30 años estafando a personas en situación vulnerable, y animándolas a dejar sus tratamientos. Esta noticia ha destapado una práctica relacionada con la salud: la persuasión coercitiva.
La persuasión coercitiva tiene nefastas consecuencias cuando involucra temas de salud
Si bien se puede ejercer en distintos ámbitos, como por ejemplo en los casos de violencia de género, la persuasión coercitiva tiene nefastas consecuencias cuando involucra temas de salud. Se trata de influir en los pensamientos o las intenciones de una persona a través de algún mecanismo de fuerza, para que esa persona actúe de una determinada manera.
Cuando falsos curanderos o personas que venden remedios mágicos para curar enfermedades instan a personas enfermas a dejar sus tratamientos, están ejerciendo esta persuasión coercitiva. El desenlace puede ser fatal, ya que puede conllevar el empeoramiento de la persona o incluso su muerte.
La persona que está sufriendo este hecho, en ocasiones no puede salir de la situación, ya que, quien la está coaccionando ejerce control sobre esta persona que, al estar en situación de vulnerabilidad, no puede actuar con libertad.
La Guardia Civil logró desmantelar una secta que decía ser psicoterapéutica
La situación empeora cuando se trata, por ejemplo, de sectas, donde esta coacción se puede ejercer no sólo en una persona, si no en varias. Tanto las sectas como los falsos curanderos pedirían dinero a las víctimas a cambio de sus "terapias" o su ayuda. Evidentemente, se trata de un engaño.
Hace menos de un mes, de hecho, se desarticuló precisamente una secta de estas características en Castellón. La Guardia Civil logró desmantelar una secta que decía ser psicoterapéutica, pero que realmente estaba cometiendo delitos contra la salud pública (con drogas), abusos sexuales, estafa... y otros muchos.
Así, los riesgos para la salud de este tipo de prácticas es tremendamente preocupante. Por ello, muchas asociaciones y víctimas, está pidiendo que la persuasión coercitiva sea delito y reclaman su tipificación penal para proteger a quienes lo sufren.