Este año, 2021, coincide que el miércoles 17 de noviembre es el día mundial de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer de pulmón. Dos enfermedades con un pronóstico malo, una baja calidad de vida del paciente y una alta mortalidad. Ambas enfermedades tienen una alta facilidad de coincidir en el mismo paciente y que este empeore su pronósico.
El cáncer de pulmón, según los datos recientes de la Sociedad Española de Oncología Médica, ocupa el cuarto puesto de los más diagnosticados en España (29.638 casos nuevos en 2020) y en 2020 ha supuesto un 19,4% de todas las muertes por cáncer en nuestro país según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). En cuanto a la EPOC, se calcula que provoca la muerte de más de 18.000 personas al año, siendo la quinta causa de fallecimiento en hombres.
Las personas con EPOC tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón, entre tres o cuatro veces más, que una persona que no tiene esta enfermedad respiratoria o que una persona fumadora sin EPOC. Algo que posiblemente se explica por el papel de los marcadores sistémicos oxidativos y antioxidantes, que se expresan diferencialmente en estos pacientes con enfermedades crónicas respiratorias, y que, por tanto, están implicados en el desarrollo del cáncer de pulmón. Esto es lo ha investigado científicos del CIBER de Enfermedades Respiratorias (Ciberes) del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM-Hospital del Mar).
Los investigadores piensan que los niveles reducidos del antioxidante GSH pueden usarse "como un biomarcador temprano de la progresión hacia el desarrollo de cáncer de pulmón en pacientes con EPOC"
El estudio publicado en en la revista Biomedicines ha analizado el estrés oxidativo en el proceso tumoral en un grupo de 168 pacientes del Hospital del Mar a lo largo de diez años, de los cuales 134 tenían cáncer de pulmón. De esos 134, 91 tenían EPOC subyacente y 32 no. En este grupo de pacientes ha detectado "un perfil de expresión diferencial de microRNAs en los pacientes con cáncer de pulmón, y en los que además padecían EPOC los niveles del estrés oxidativo en plasma aumentaron, mientras que los del poderoso antioxidante glutatión (GSH) disminuyeron", explica Esther Barreiro, investigadora de Ciberes, médica adjunta del Servicio de Neumología del Hospital del Mar e investigadora del IMIM-Hospital del Mar y autora del estudio.
Esto quiere decir que el "desequilibrio redox se expresa de manera diferencial en personas con cáncer pero también con enfermedades respiratorias de base, lo que revela sus posibles implicaciones en el proceso de tumorigénesis en estos pacientes”. El estrés oxidativo favorece la carcinogénesis como resultado de los procesos implicados en la transformación neoplásica y las mutaciones del ADN, por lo que las modificaciones inducidas en las proteínas, los lípidos y el ADN promueven la viabilidad celular y el crecimiento de las células cancerosas.
Barreiro considera que "tomados en su conjunto, los resultados de este trabajo sugieren que la EPOC per se puede conllevar a un aumento de los niveles de estrés oxidativo sistémico en pacientes con cáncer de pulmón, dado que también vemos un aumento de este proceso biológico en los pacientes con solo esta enfermedad crónica respiratoria”. Es por ello que los investigadores piensan que los niveles reducidos del antioxidante GSH pueden usarse "como un biomarcador temprano de la progresión hacia el desarrollo de cáncer de pulmón en pacientes con EPOC".