Desde el año 2006 se conmemora en España el 24 de mayo, el Día Nacional de la Epilepsia, con el objetivo de concienciar sobre esta enfermedadneurológica que afecta a personas de todas las edades.
La epilepsia es una alteración cerebral que se caracteriza por la predisposición para generar crisis epilépticas, con consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales. Además, se trata de una de las enfermedades neurológicas más prevalentes, la Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que en España existen más de 400.000 personas que la padecen y señalan que especialmente aparece en la infancia y en mayores de 65 años.
Son muchos los estudios que apuntan a que, en los últimos años, está aumentando la prevalencia de esta enfermedad, debido al envejecimiento de la población. La edad, unida al aumento de otras enfermedades que pueden ser causa de epilepsia, como tumores, ictus o demencia, es un factor que incrementa el riesgo para desarrollar esta enfermedad y, a medida que la edad media de la población está aumentando, igual lo hace su prevalencia. "Actualmente en España se diagnostican unos 20.000 nuevos casos cada año e irá en aumento, ya que según los datos demográficos a nivel nacional, se espera que el 70% de la población sea mayor de 65 años en los próximos 30 años”, comenta el doctor Juan José Poza, Coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la SEN.
"En los últimos años, está aumentando la prevalencia de esta enfermedad, debido al envejecimiento de la población"
Los estudios poblacionales estiman que entre un 8% y un 10% de la población padecerá alguna crisis epiléptica a lo largo de su vida, y un 3%desarrollará la enfermedad. Hasta un 4% de los pacientes adultos al año pueden remitir la enfermedad de forma espontánea y más de un 70% de los pacientes, la consiguen controlar mediante tratamientos farmacológicos. En concreto, actualmente existen unos 100.000 pacientes en España con epilepsia farmacorresistente.
“En los pacientes con epilepsia refractaria, existe la posibilidad de llevar a cabo otros procedimientos terapéuticos, como cirugía, neuroestimulación, dieta cetogénica o la combinación de dichos tratamientos, con el objetivo de controlar la aparición de crisis epilépticas, y mejorar su calidad de vida y su supervivencia”, indica el doctor Poza. Además aclara que a pesar de estas alternativas, y de que exista un alto porcentaje de la población que puede controlar su enfermedad con los tratamientos ya existentes, "aún sigue siendo necesario seguir investigando" para mejorar los tratamientos y la calidad de vida de estos pacientes porque la epilepsia sigue siendo la segunda patología neurológica en años de vida potencialmente perdidos o vividos con discapacidad.
En un 50% de los pacientes adultos se asocia con trastornos psiquiátricos, neurológicos o intelectuales y entre un 30% y un 40% de los niños con epilepsia ven afectada su capacidad intelectual. Se trata de una enfermedad que afecta de diferentes manera al paciente, un rasgo que se pudo observar en el estudio presentado en la pasada Reunión Anual de la SEN, que mostraba como los pacientes con epilepsia hospitalizados, ingresados en UCI y fallecidos por COVID-19, fueron casi el doble en proporción con la población general.
El doctor Poza comenta que “una mala adherencia a los tratamientos, padecer fiebre o algún tipo de infección, falta de sueño o el consumo de alcohol y tabaco” son algunos de los factores que pueden llegar a precipitar crisis epilépticas en los pacientes ya diagnosticados.
"Nunca hay que sujetar a la persona para que no convulsione, ni introducirle nada en la boca. Lo más importante es retirar los objetos de alrededor con los que se pueda golpear y tratar de situar a la persona en posición lateral, sin forzar”
La epilepsia implica un gran número de visitas a los servicios médicos, tal y como señalan en un estudio realizado por miembros del Grupo de Estudio de Epilepsia de la SEN, representan hasta el 20% de todas las atenciones neurológicas urgentes.
“Es relevante que en días como hoy se insista en la importancia de conocer cómo se debe actuar si se presencia una crisis epiléptica: nunca hay que sujetar a la persona para que no convulsione, ni introducirle nada en la boca. Lo más importante es retirar los objetos de alrededor con los que se pueda golpear y tratar de situar a la persona en posición lateral, sin forzar”, recalca el doctor Poza. Para concluir explica que en el caso de ser la primera crisis epiléptica que sufre el paciente, si la crisis persiste tras 5 minutos o se repite inmediatamente, si el paciente no recupera por completo la conciencia después de la crisis o si va acompañada de otrossíntomas como fiebre, vómitos, problemas respiratorios “hay que acudir a Urgencias”.