Un estudio realizado por el Grupo de Trabajo sobre Alcohol de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha revelado que solo el 20% de las bebidas alcohólicas disponibles en España incluyen información nutricional en su etiquetado, y apenas el 2% proporciona un etiquetado nutricional completo. Este análisis, que buscaba describir el etiquetado de las bebidas alcohólicas en el país y evaluar su comprensión por parte de la población general, ha puesto de manifiesto importantes deficiencias en la información que se ofrece al consumidor.
El etiquetado nutricional, un factor clave para promover decisiones de compra más saludables, ha sido objeto de atención legislativa en Europa, donde se ha regulado su inclusión en todos los productos alimentarios, exceptuando a las bebidas con un contenido alcohólico superior al 1,2%. Aunque la industria del alcohol se comprometió voluntariamente a proporcionar esta información, el incumplimiento de dicha responsabilidad es una realidad señalada por la SEE, especialmente en el contexto del Día Mundial sin Alcohol, que se celebra hoy 15 de noviembre.
La información nutricional en las bebidas alcohólicas es rara vez legible, debido a factores como el diseño y tamaño de la letra, o porque la información solo está accesible mediante códigos QR
El informe del Grupo de Trabajo sobre Alcohol de la SEE muestra que la información nutricional en las bebidas alcohólicas es rara vez legible, debido a factores como el diseño y tamaño de la letra, o porque la información solo está accesible mediante códigos QR. Este método, según el estudio, puede ser una barrera para los consumidores con menos habilidades tecnológicas o que no tengan su dispositivo móvil al momento de la compra. Además, la SEE destaca la preferencia por etiquetas con tablas claras, tipografías legibles y colores que contrasten con el fondo, para facilitar la comprensión.
El consumo de alcohol, relacionado con más de 60 enfermedades agudas y crónicas y responsable de 3 millones de muertes anuales en el mundo, sigue siendo socialmente aceptado. En Europa, el consumo per cápita se sitúa en 10 litros anuales, mientras que en España es de 9 litros. A pesar de esta realidad, muchas personas consideran que el alcohol no tiene impacto nutricional, un error que, según la SEE, podría corregirse mediante un etiquetado adecuado.
Con el objetivo de que el consumidor pueda tomar decisiones más informadas y reducir el consumo de alcohol, desde la Sociedad Española de Epidemiología lanzan una serie de recomendaciones, como etiquetar todas las bebidas alcohólicas con información nutricional presentada en formato clásico e incluyendo los valores de referencia.
También proponen estandarizar las etiquetas nutricionales, para que todos los productos ofrezcan la misma información de forma simple, sin tecnicismos, y garantizando su legibilidad. Para ello, apuestan por una regulación que determine la información a incluir, sus formatos de presentación y establezca medidas de control de las estrategias de marketing empleadas por la industria del alcohol.