Como cada año el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha emitido las recomendaciones pertinentes de cara a la campaña de vacunación contra la gripe 2017-2018. A pesar de que los especialistas destacan que el mayor repunte del virus no se dará hasta diciembre o enero, debido al mantenimiento de las altas temperaturas de los últimos días, advierten de que las consecuencias serán similares a años anteriores.
El período de incubación es de 48 horas con una variación entre uno y siete días y se transmite por el aire al toser y estornudar
“Al virus no le gusta el calor, el virus de la gripe es típico de épocas frías, nada indica que pueda haber un aumento de casos desproporcionados, distintos a los de otros años”, dice en declaraciones a ConSalud.es el médico Manuel Linares, miembro del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de SEMERGEN. De igual modo, añade, “se prevén colapsos similares a otros años”.
Las comunidades autónomas, responsables de su propia campaña de vacunación contra la gripe, han trabajado ya en protocolos de actuación para evitar las complicaciones que suele suponer esta epidemia. “Donde más problemas suele haber es donde hay una mayor población, con grandes núcleos urbanos, aún así los datos son muy parecidos” en todo el territorio nacional, explica el doctor Linares.
SÍNTOMAS, INCUBACIÓN Y TRANSMISIÓN
La gripe es una enfermedad de curso agudo cuya máxima incidencia se observa en otoño e invierno. El período de incubación es de 48 horas con una variación entre uno y siete días. Se transmite por el aire al toser y estornudar.
Los principales síntomas son fiebre de hasta 39ºC, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, estornudos, tos intensa y persistente, rinorrea, lagrimeo y faringitis leve. Los síntomas de la gripe pueden confundirse con los de otras patologías respiratorias, como el catarro común, por lo que se recomienda consultar al médico de Atención Primaria o al pediatra. Es una enfermedad autolimitada con una evolución de cinco a siete días, aunque algunos de los síntomas suelen durar entre dos y tres semanas.