La enuresis infantil o incontinencia nocturna es un problema silencioso que afecta a miles de niños en todo el mundo. A pesar de que suele tratarse de un problema temporal, puede afectar a la calidad de vida de los menores, generando un impacto negativo en su desarrollo emocional, sentimientos de vergüenza o baja autoestima. Además, también afecta a los padres, pues pueden llegar a sufrir estrés y frustración.
La incontinencia nocturna es la incapacidad de controlar la vejiga durante el sueño, provocando pérdida involuntaria y repetida de orina durante el sueño en niños que ya tienen la edad suficiente para controlar la vejiga. Esta condición puede estar producida como un único síntoma o asociado a otros problemas miccionales durante el día.
La evaluación de este trastorno implica un enfoque integral que comprende la historia clínica del niño, el examen físico y, en algunos casos, pruebas adicionales. Es importante descartar causas subyacentes, como infecciones del tracto urinario o trastornos neurológicos.
Después de los 15 años, menos del 1% de los niños persisten con enuresis
En lo relativo al pronóstico, después de los cinco años la tasa de resolución espontánea para los niños con enuresis nocturna es del 15% al año, por lo que después de los 15 años, menos del 1% persisten con enuresis.
Para evitar que se vea deteriorada la salud mental de los niños y sus padres, es necesario buscar ayuda de médicos especialistas, específicamente de urólogos pediátricos. “Se estima que aproximadamente el 15% de los niños de 5 años y el 5% de los niños de 10 años aún experimentan episodios de enuresis nocturna. Esta condición no debe ser subestimada, ya que puede generar angustia emocional tanto para el niño como para su familia”, explica el doctor Enrique de la Peña Zarzuelo, especialista de Urología Pediátrica del equipo del Dr. Ramírez del Hospital Ruber Internacional.
De acuerdo con el experto, existen diferentes estrategias y tratamientos que pueden ayudar a abordar esta problemática de forma eficaz. Así, para el tratamiento de la enuresis infantil se emplean enfoques multidisciplinarios que abordan los aspectos físicos y emocionales de esta condición.
Uno de ellos es el sistema de alarma nocturna. "Es un método que se basa en un dispositivo que detecta la humedad y emite una alarma para despertar al niño cuando se produce un episodio de enuresis. El objetivo es que el niño asocie la sensación de una vejiga llena con despertarse y, con el tiempo, adquiera el control de la micción durante la noche”, señala el doctor.
Hay tratamientos medicamentosos con desmopresina que ayudan a reducir la producción de orina durante la noche y aumenta la capacidad de la vejiga
También hay tratamientos medicamentosos con desmopresina para esta condición. El fármaco ayuda a reducir la producción de orina durante la noche y aumenta la capacidad de la vejiga. "Es importante destacar la buena tolerabilidad de la desmopresina y su eficacia en el control de los episodios de enuresis. Sin embargo, debe ser utilizado bajo supervisión médica”, advierte el doctor de la Peña Zarzuelo.
Finalmente, a la hora de prevenir la enuresis infantil, es recomendable crear unos patrones regulares de micción y defecación para favorecer la reducción del riesgo de desarrollar la enuresis funcional. “Evitar el estreñimiento, una dieta adecuada, el ejercicio y el establecimiento de una pauta miccional durante el día es una estrategia a tener en cuenta”, asevera el doctor.