Un equipo de investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha estudiado la respuesta de la memoria episódica en un entorno concreto y su relación con la locomoción y el movimiento corporal, así como las características ambientales de un entorno dotado con nuevas tecnologías inmersivas. Todo ello, con el objetivo de dilucidar cómo se registran este tipo de recuerdos.
"El estudio se enfoca en el funcionamiento de la memoria episódica, específicamente la influencia del entorno espacial sobre la efectividad y la forma en que la memoria organiza los recuerdos", apunta Álvaro Pastor, arquitecto, científico cognitivo, investigador del XR-Lab y del grupo de investigación en Aprendizaje, Medios y Entretenimiento (GAME) de la UOC. Además de uno de los autores principales de este trabajo junto con Pierre Bourdin-Kreitz, profesor e investigador de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación y coordinador del XR-Lab de la UOC.
"El estudio se enfoca en el funcionamiento de la memoria episódica, específicamente la influencia del entorno espacial sobre la efectividad y la forma en que la memoria organiza los recuerdos"
Según apuntan estos investigadores, la relación entre espacio y memoria episódica continúa siendo un centro de indagaciones científicas en la actualidad y, desde hace décadas. De hecho, una de las reglas mnemotécnicas más antiguas y de efectividad más contrastada, el denominado método de loci o palacio de la memoria, se basa en la construcción de un edificio mental y en la asociación de informaciones con respecto a lugares específicos dentro de este edificio mental.
MAPA COGNITIVO
En el transcurso de la investigación, los 28 participantes en el estudio realizaron un recorrido a través de las dos plantas del museo, las cuales estaban unidas por una escalera, bien de forma pasiva usando realidad virtual, o bien de forma activa usando realidad aumentada. Además, en este recorrido, se presentaron una serie de imágenes en localizaciones específicas de ambas plantas del museo.
Una vez terminada la experiencia, los autores examinaron la retención de la memoria de cada participante inmediatamente después de realizar el recorrido y 48 horas más tarde. "Los resultados indican que los participantes que caminaron por el recorrido obtuvieron significativamente mejores rendimientos de la memoria en ambos exámenes", resaltan los autores.
Tras analizar los datos y las respuestas, los autores detallan que las experiencias de aprendizaje activas tienen potencial para mejorar el rendimiento de la memoria episódica en comparación con la codificación pasiva. "Navegar activamente por un entorno recoge información suficiente para que los sistemas episódicos construyan una especie de mapa cognitivo de la experiencia, que más tarde permitirá recordarla con mayor eficacia", destaca Pastor.
Otro de los aspectos que han tenido en cuenta en esta investigación ha sido el tipo de imágenes desplegadas en el recorrido del mueso que debían recordar los participantes. Estas eran retratos frontales de rostros humanos sintéticos, generados específicamente para el estudio.
"Las intervenciones clínicas basadas en este tipo de tecnologías tienen el potencial de contener la progresión de la enfermedad, de una forma económica y fácilmente escalable"
"La generación sintética de rostros nos permitió administrar imágenes que ninguno de los participantes había visto antes, controlando que todas las imágenes exhibieran características homogéneas, incluyendo el gesto y la iluminación", describe Pastor.
En referencia a las aplicaciones de este trabajo, gracias a la investigación se ha desarrollado un método novedoso y sólido usando tecnologías inmersivas que facilite evaluar la memoria episódica en condiciones naturales, similares a las que pudieran acontecer en el mundo real. Así, permite ofrecer referencias respaldadas científicamente para diseñar terapias que involucren exploración activa a través de entornos espaciales enriquecidos.
"En lo que respecta a personas sanas, la implementación de los resultados de este estudio en experiencias de aprendizaje activas usando aplicaciones inmersivas puede ayudar a maximizar la memorabilidad de las informaciones en localizaciones específicas en un recorrido", apunta Bourdin-Kreitz.
En el ámbito clínico, las tecnologías de realidad virtual y aumentada pueden facilitar la construcción de programas de rehabilitación a la medida de cada paciente. "Las intervenciones clínicas basadas en este tipo de tecnologías tienen el potencial de contener la progresión de la enfermedad, de una forma económica y fácilmente escalable, que al no ser invasiva puede facilitar la adherencia al tratamiento mientras preserva la seguridad del paciente", concluyen los autores.