Enfermería denuncia que la falta de profesionales influyen en un peor abordaje de la demencia

El Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) del Consejo General de Enfermería (CGE) celebra un webinar sobre las bases del deterioro cognitivo y la intervención enfermera como un elemento clave para el bienestar de estos pacientes.

Participantes del webinar “Intervención multidisciplinar integral en el deterioro cognitivo” (Foto: CGE)
9 octubre 2024 | 13:35 h

Existen factores que hacen complicada la detección del deterioro cognitivo, como la edad, el estatus socioeconómico, el nivel educativo o el estilo de vida, etc. En un país cada vez más envejecido, como es España, y de las consecuencias sobre la calidad de vida de las personas que la sufren, existe una tasa significativa de infradiagnóstico en torno a ella, ya que los síntomas son tan comunes que pasan desapercibidos tanto por el paciente como por la familia. Una situación que pone barreras a la detección precoz realizada por enfermeras al inicio del tratamiento, lo que implica un desarrollo del deterioro más rápido.

Disminución de la memoria, pérdida de la atención o tener una velocidad de procesamiento más lenta son algunos de los síntomas que presenta el deterioro cognitivo. Este deterioro puede derivar en enfermedades como el alzhéimer u otros tipos de demencias. 

Con el objetivo de bordarlo de una forma multidisciplinar e integral, diversos expertos han participado en seminario “Intervención multidisciplinar integral en el deterioro cognitivo. Patología mental grave”, celebrado por el Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) del Consejo General de Enfermería (CGE), con la colaboración de Boehringer Ingelheim. Los expertos en la materia hablaron de las bases fundamentales de este trastorno, la intervención enfermera clave para realizar una detección precoz de la enfermedad y el binomio enfermera-familia, que actúan como aliados terapéuticos, formando una red de apoyo y cuidados que ofrece la estabilidad que necesita el paciente.

"Como profesionales sanitarios es muy importante que las enfermeras estemos formadas e informadas de las necesidades que tienen estos pacientes, tanto en la detección precoz como en la estimulación cognitiva, en el control de su salud física y mental o en el apoyo emocional que precisan”

Pilar Fernández, directora de ISFOS, explica “El cerebro, al igual que el resto del cuerpo, cambia con la edad. Muchas personas notan que se vuelven más olvidadizas a medida que envejecen. Pueden tardar más en pensar en una palabra o recordar el nombre de una persona. El problema es que, en un primer momento, se piensa que 'son cosas de la edad'. Se normaliza, y no se plantea que detrás de estos olvidos puede encontrarse la enfermedad de Alzhéimer  u otros tipos de demencias. Como profesionales sanitarios es muy importante que las enfermeras estemos formadas e informadas de las necesidades que tienen estos pacientes, tanto en la detección precoz como en la estimulación cognitiva, en el control de su salud física y mental o en el apoyo emocional que precisan”. 

Manuel Montes, jefe de sección de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal, indica que la primera señal del deterioro cognitivo es personal. Normalmente, los pacientes lo van notando en la pérdida de la funcionalidad. “Una vez que se produce la afectación de esas zonas, y dependiendo de la enfermedad mental de la que estemos hablando, va a suceder una mayor o menor afectación de lo que llamamos cognición, que es lo que nos permite percibir el entorno y tomar decisiones en relación con él. Aquí se ven afectadas la memoria, la atención, la concentración o la capacidad de planificar, entre otras”, explica.

DIAGNÓSTICO ENFERMERO

El diagnóstico enfermero va a depender el tratamiento y seguimiento del paciente, dependiendo de dónde proceda ese deterioro cognitivo las enfermeras adoptan un rol u otro. 

“Esta patología realmente requiere de una actuación enfermera que cada vez tiene que ser mayor, y el problema es que aún no lo ha logrado ser”

Pero el deterioro cognitivo está infradiagnosticado, desde que una persona acude a consulta con un proceso patológico, hasta que el deterioro cognitivo se detecta. La escasez de enfermeras afecta pues, “esta patología realmente requiere de una actuación enfermera que cada vez tiene que ser mayor, y el problema es que aún no lo ha logrado ser”, asegura Mercedes Peña, supervisora de Adultos de Psiquiatría y Comunitaria del Hospital Gregorio Marañón (Madrid) y tutora de residentes.

Los cuidados que recibirán estos pacientes por parte de las enfermeras, dependerá de la valoración y el diagnóstico que realizan estos profesionales, que dependiendo de la patología serán especialistas en Salud Mental o enfermeras generalistas. “Primero vemos las áreas afectadas. En la mayoría de los casos hablamos de la memoria, pero también hay otros procesos cognitivos, como es el pensamiento, que pueden verse afectados. Trabajamos el lenguaje, la memoria con terapias de reminiscencia, ayudamos a recordar al paciente, y con terapias de lectura y de expresión verbal y no verbal trabajamos esas áreas de comprensión”, explica Peña.

AYUDA DE LAS FAMILIAS

La familia juega un rol fundamental actuando como cuidadores principales. Se convierte en la aliada terapéutica de las enfermeras, pues son una extensión de estas profesionales y de sus cuidados. “Tienen un apoyo emocional y psicológico fundamental para el paciente. Está demostrado que las relaciones familiares sólidas generan un entorno afectivo de mayor calidad y esto contribuye a mejorar la calidad de vida del paciente. Para las enfermeras su rol de ayuda es esencial, son nuestros aliados terapéuticos. Nos ayudan en la detección temprana, en la estimulación cognitiva y en el control de la salud física y emocional del paciente”, afirma Julio González, enfermero de Urgencias de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón.

"El rol de las enfermeras es fundamental, no solo con la educación para la salud, sino como soporte afectivo y emocional de ese cuidador”

Tras el diagnóstico, enfermeras y familia forman una red de apoyo para los pacientes. "Impartimos talleres de cómo hacer cambios posturales más ergonómicos, ofrecemos talleres emocionales para trabajar con ellos la salud mental, también actividades más prácticas de educación para la salud, para que sepan controlar aspectos básicos de higiene del sueño, alimentación, ejercicio o estimulación cognitiva. La clave es entender la importancia de cuidar al que cuida para poder repercutir en el paciente con deterioro cognitivo. El rol de las enfermeras es fundamental, no solo con la educación para la salud, sino como soporte afectivo y emocional de ese cuidador”, concluye el Julio.

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