Más de 23 millones de personas enferman en Europa cada año por consumir alimentos contaminados, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De estas personas, cerca de 5.000 fallecen por complicaciones tras una intoxicación alimentaria. La campilobacteriosis y la salmonelosis figuran como las infecciones zoonóticas más comunes que afectan cada año a millones de personas, en ocasiones con consecuencias graves o mortales.
Según los datos publicados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en el último ‘Informe sobre las zoonosis de la Unión Europea «Una sola salud» 2022’, el número de brotes de transmisión alimentaria notificados en la UE aumentó un 44% en 2022. La campilobacteriosis y la salmonelosis han sido las enfermedades causadas por intoxicación alimentaria más notificadas. Sin embargo, el número de casos no ha superado a los registrados en los años prepandémicos 2018-2019.
A estas dos infecciones le siguen la yersiniosis, las infecciones por STEC y la listeriosis. Esta última fue la zoonosis más grave, con la tasa de letalidad y hospitalización más elevada entre los casos notificados, junto a las infecciones por el virus del Nilo Occidental. El 96% de los personas con listeriosis necesitaron hospitalización. Además, esta enfermedad fue la que más muertes provocó, con 286 personas afectadas.
"El número de casos humanos notificados de las dos enfermedades transmitidas por alimentos más comunes se mantiene en niveles más bajos que antes de la pandemia"
Sin embargo, la salmonelosis y la campilobacteriosis se mantienen como las zoonosis que causan mayor número de casos, aunque la tasa de notificación se ha mantenido estable en los últimos años. "El número de casos humanos notificados de las dos enfermedades transmitidas por alimentos más comunes se mantiene en niveles más bajos que antes de la pandemia", afirma Ole Heuer, jefe de la Sección de Enfermedades Propensas a Epidemias del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC).
La campilobacteriosis, que es la enfermedad zoonótica más frecuente, afectó a 137.107 personas. 24 Estados miembro y Reino Unido notificaron infección por Campylobactertras procesos de saneamiento bajo los criterios de higiene establecidos por el Reglamento Europeo. Los niveles más altos de intoxicación se dieron en productos cárnicos, con un 39% de muestras positivas y la fuente de infección más común fue la carne de pollo.
Todos los países informaron de datos basados en casos de intoxicación en humanos, excepto Bélgica y Bulgaria, que utilizaron datos agregados
Los sistemas de vigilancia de la campilobacteriosis ofrecieron una cobertura completa en la mayoría de los Estados miembro, excepto en cuatro. La cobertura en Francia fue del 20%, en Países Bajos del 64% y en España del 73%. En Italia, el cuarto país con menor cobertura, no se calculó ninguna tasa de notificación. En cuanto a los datos utilizados, todos los países informaron de datos basados en casos de intoxicación en humanos, excepto Bélgica y Bulgaria, que informaron con datos agregados.
La salmonelosis fue la segunda zoonosis más notificada en cuanto a intoxicaciones alimentarias en seres humanos. En 2022 se produjeron 65.208 casos, 5.000 más que en el año anterior. Sin embargo, el número de hospitalizaciones fue ligeramente superior al de 2021, con un 38,9% de personas ingresadas por intoxicación. Asimismo, la tasa de letalidad fue del 0,22%, cifra similar a la del año anterior.
En concreto, la Unión Europea notificó una tasa de 15,3 casos por 100.000 habitantes, que se mantuvo estable en comparación con la tasa de 2021. En cuanto a la tendencia general de estas infecciones, no se demostró ningún aumento o disminución considerable en el periodo 2018-2022.
“Teniendo en cuenta el impacto de estas infecciones en la salud humana, es necesaria una mayor vigilancia, así como redoblar esfuerzos para reducir el número de casos”
Este informe ha examinado los casos de enfermedades notificados esporádicamente y los brotes transmitidos por alimentos, es decir, aquellos contagios en los que, al menos dos personas, se han infectado de la misma enfermedad con el mismo alimento. Al aumento de brotes por intoxicación alimentaria hay que añadirle un incremento del número de muertes en la última década, atribuidas principalmente a listeriosis.
Aunque gran parte de los Estados miembro participan en la vigilancia, cuyo uso más frecuente es el de la secuenciación del genoma completo, aún quedan estrategias por cubrir para garantizar la seguridad alimentaria y la salud pública. “Teniendo en cuenta el impacto de estas infecciones en la salud humana, es necesaria una mayor vigilancia, así como redoblar esfuerzos para reducir el número de casos”, asegura jefe de la Sección de Enfermedades Propensas a Epidemias del ECDC.