Las enfermedades profesionales han ido disminuyendo en los últimos años en la Unión Europea. Tanto es así que, si comparamos los datos más recientes de los países europeos, correspondientes al año 2021, con los de hace ya una década (2013), vemos que la enfermedad profesional disminuyó en general un 26%.
Así lo ha dado a conocer la entidad Eurostat en su último informe. Las enfermedades profesionales incluidas en la lista básica se seleccionaron entre las notificadas con mayor frecuencia en los países del estudio, y se categorizan por cánceres profesionales, neumoconiosis, dermatitis de contacto o trastornos musculoesqueléticos. Concretamente, los datos indican que entre 2013 y 2021, el índice total del número de personas diagnosticadas con enfermedades profesionales disminuyó globalmente un 26%. Las enfermedades que presentan las tasas más altas de descenso serían la neumoconiosis (un 51% menos) y la dermatitis de contacto (un 5% menos).
Igualmente, se observa que se han producido disminuciones notables en las incidencias de cánceres profesionales seleccionados, con un 27% menos; y en los trastornos musculoesqueléticos seleccionados, también con un 27% menos. Si bien en todas las enfermedades vemos una disminución no sólo con respecto al 2013 sino también al 2020 (año anterior a los datos más recientes), la única de las enfermedades que sí aumentó fue la neumoconiosis.
El índice total del número de personas diagnosticadas con enfermedades profesionales disminuyó globalmente un 26%
En cuanto a las enfermedades más específicas, vemos que hay tres afecciones que disminuyeron de forma más destacada que el resto entre el 2013 y el 2021. Se trata concretamente del asma, enfermedades oído interno, y enfermedades relacionadas con la placa pleural en los pulmones.
La entidad apunta, con los datos más detallados, que para el asma el índice bajó un 49%; para las enfermedades del oído interno la incidencia bajó un 54%; y para la placapleural (la pleura es una membrana que rodea los pulmones y recubre la caja torácica, y su engrosamiento se relaciona con la exposición al amianto) se redujo en un 55%. Esta última afección, de hecho, es la que más se ha reducido.
En cuanto a los cánceres profesionales, se destacan en concreto dos tipos: neoplasias malignas de bronquios y pulmones, y mesotelioma, que, como explica Eurostat, es un tumor maligno causado por fibras de amianto inhaladas y que se forma en el revestimiento de los pulmones, el abdomen o el corazón. Pues bien, en estos dos casos, vemos que el número de personas diagnosticadas con estos cánceres profesionales fue menor en 2021 que en 2013: un 16% menos en el caso del mesotelioma y un 40% menos en el caso de las neoplasias malignas de bronquios y pulmones.
El número de personas diagnosticadas con cánceres profesionales fue menor en 2021 que en 2013
Otro de los grupos de enfermedades que se registra en el informe, y que están causados por la inhalación de polvo, son las neumoconiosis. Para los dos tipos de neumoconiosis, (el relacionado con fibras minerales, como el amianto, y el relacionado con el polvo que contiene sílice), los índices de número de personas diagnosticadas bajaron también en el periodo de estudio (2013-2021). Concretamente, se baja hasta un 52% en la neumoconiosis debida al amianto y otras fibras minerales, y un 48% en la neumoconiosis debida al polvo que contiene sílice.
Por otro lado, tenemos los datos de la dermatitis de contacto. Se trata de una enfermedad de la piel provocada por el contacto con una sustancia particular. Esta dermatitis puede ser causada por un irritante o un alérgeno. Así, vemos que el número de personas reconocidas con estas enfermedades profesionales fue menor en 2021 que en 2013: un 49% menos para la variante basada en alergias y un 33% para la variante basada en irritantes.
Finalmente, se presentan los datos de los trastornos musculoesqueléticos seleccionados, que son concretamente siete. Vemos que el número de personas reconocidas con trastornos de los tejidos blandos (como lesiones de músculos o tendones), se redujeron en un 62%. Las enfermedades vasculares periféricas (trastornos de la circulación sanguínea) se redujeron también en un 50%. Estos trastornos musculoesqueléticos también incluyen las dos únicas enfermedades profesionales que sí han aumentado: sinovitis y tenosinovitis, hasta un 13%.