Las enfermedades neurológicas en España ¿hay expectativa de mejora?

El vocal de la SEN, Javier Carmiña, incide en la importancia de la prevención y la implicación de los agentes sanitarios para reducir el impacto de las enfermedades neurológicas en España

Imagen de cerebros con enfermedades neurológicas (Foto. Canva)
Imagen de cerebros con enfermedades neurológicas (Foto. Canva)
Teresa Aguado Peña
3 diciembre 2024 | 07:00 h

España presenta una de las tasas de prevalencia más altas en cuanto a enfermedades neurológicas. Según el último informe de la Sociedad Española de Neurología (SEN) “Impacto sociosanitario de las enfermedades neurológicas en España”, nuestro país tiene una tasa un 18 % superior a la media global, y 1,7 % por encima de otro países de su entorno. ¿La razón? Principalmente el envejecimiento y la esperanza de vida, pero detrás de ello también hay otros factores.

“Por un lado, la mayoría de factores indirectos que participan en esto también son más frecuentes con una edad mayor, es decir, los factores de riesgo vascular como la hipertensión, el colesterol, la diabetes, la apnea del sueño… se incrementan con la edad, formando parte de la multitud de componentes que predisponen a esta mayor prevalencia”, explica el neurólogo y vocal de la SEN, Javier Carmiña a ConSalud.es. Además, señala que a nivel mundial “es importante destacar que no todos los países tienen las mismas estructuras sanitarias ni la misma composición de población”. De ahí que patologías como la meningitis o la encefalitis sean más comunes en países con bajo acceso a la vacunación que en regiones como la Unión Europea. 

Ante la alta prevalencia de estas patologías que también pueden afectar a personas más jóvenes, ¿existen medidas para poder prevenirlas?  

En primer lugar siempre se intenta evitar que se manifieste la enfermedad. En algunas enfermedades neurológicas existe una causa genética y los factores no son modificables, pero en otras sí lo son. Por ejemplo, la mayoría de demencias tienen una mayor progresión si hay factores de riesgo vascular como son la hipertensión, la diabetes, el colesterol, el tabaquismo o la apnea del sueño, por lo que reducir esos factores es una medida clave de prevención. 

Cuando no se puede evitar la enfermedad, se intenta reducir el riesgo, sus consecuencias o la frecuencia de que se manifiesten crisis. El ictus es un ejemplo claro de éxito en cuanto a medidas de prevención de complicaciones con la estructura del código ictus, la unidad ictus y la fibrinolisis que han hecho que se reduzca la mortalidad de pacientes que lo sufren. Otro ejemplo serían enfermedades como la migraña o la epilepsia, en las que tratamos de mejorar su calidad de vida en la medida de lo posible. Además, son importantes medidas de prevención como usar casco en moto y en bicicleta, evitando traumatismos graves en caso de accidente. Muchas veces una medida de prevención sencilla evita secuelas estructurales en el cerebro. 

Uno de los grandes avances en el abordaje de patologías neurológicas es lo conseguido en el tratamiento del ictus que ha comentado. Sin embargo, también se han dado importantes avances en el abordaje de otras patologías como el alzhéimer, la esclerosis múltiple, el párkinson o la esclerosis lateral amiotrófica, ¿se está viviendo una época de la mejora de la calidad de vida de los pacientes? 

Sí. Un ejemplo claro es la esclerosis múltiple. Los fármacos de los últimos años han supuesto una mejoría muy significativa respecto a los fármacos previos, reduciendo la discapacidad de los pacientes y retrasando la progresión de dichos síntomas. Permiten, así, que los pacientes mantengan la calidad de vida y su funcionalidad durante mucho tiempo reduciendo el riesgo de complicaciones. Esto es importante porque son generalmente personas adultas con responsabilidades familiares, profesionales, sociales…

Otra mejora significativa es la autorización, por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), de un fármaco de una categoría nueva para tratar la enfermedad de Alzheimer. Se va a aprobar con una serie de condiciones estrechas de aplicación y con un seguimiento prudente de manera inicial. De momento, beneficiaría solamente a pocos de los pacientes que padecen la enfermedad, pero conforme haya más información de seguridad y de la evolución podrán beneficiarse más pacientes.

"Para dar altas más precoces, es importante tratar a los pacientes cuanto antes, reduciendo así los síntomas y por tanto las secuelas"

Cada paciente ingresado por patología neurológica supone de media una estancia de 11,8 días, siendo la demencia la segunda enfermedad específica con la mayor estancia media por paciente ¿Hay expectativas de disminuir la estancia media mejorando la atención sanitaria? ¿Qué medidas podrían hacer esto posible?

La estancia media está muy relacionada con el tipo de enfermedades implicadas. El propio informe destacaba que la demencia es uno de los motivos de ingreso hospitalario más reseñables y, por la propia enfermedad, son pacientes con complicaciones como neumonía por aspiración o con tratamientos que implican a menudo estancias más largas. Hay programas organizativos que pueden mejorar esto, como la instauración progresiva en muchos hospitales de servicio de hospitalización a domicilio. Para dar altas más precoces, es importante tratar a los pacientes cuanto antes, reduciendo así los síntomas y por tanto las secuelas.

En general, el crecimiento poblacional va a condicionar un número incrementado de ingresos. La hospitalización, a menudo, es una consecuencia de que los cuidados no alcanzan la agilidad suficiente. Así, el paciente acaba yendo a urgencias y se crea un incremento de los ingresos hospitalarios. Probablemente los ingresos serán cada vez menores siempre que actuemos de manera más proactiva desde la consulta tanto de primaria como hospitalaria.

"La investigación básica de cómo funciona el cerebro es fundamental para el desarrollo de fármacos nuevos que mejoran la eficacia de los tratamientos"

¿Considera que la inversión en investigación en neurociencias en España es suficiente? ¿Qué áreas de investigación cree que deberían priorizarse para obtener mayores beneficios para los pacientes?

La respuesta global sería todas. Hay que tener en cuenta que muchas veces la investigación básica de cómo funciona el cerebro es fundamental para el desarrollo de fármacos nuevos que mejoran la eficacia de los tratamientos.

Hace 30 años se conocía que había  una proteína llamada CGRP implicada en cómo se manifiesta la enfermedad de la migraña, y hasta hace 5 años no hemos dispuesto de estos fármacos, que son más eficaces que los tratamientos preventivos en pastilla que teníamos previamente. Lo mismo ha pasado con el alzhéimer y la proteína beta-amiloide. Por tanto, en la medida que conozcamos cómo se produce la enfermedad, se podrán desarrollar tratamientos con dianas terapéuticas más relevantes y que los fármacos o tratamientos sean más eficaces. 

Con todo lo hablado, ¿qué es lo que más urge poner en marcha para reducir el impacto de las enfermedades neurológicas en España?

A nivel poblacional la prevención es fundamental porque las enfermedades neurológicas afectan a todas las etapas de la vida y en todas ellas podemos mejorar la presentación y la frecuencia de las enfermedades. También es importante la concienciación de la enfermedad para que con su repercusión puedan acceder de manera más precoz a consultas y tratamientos. 

Además, estamos en un momento en el que el sistema sanitario tiene una dinámica donde es complicado luchar contra listas de espera y las necesidades, muy a menudo, van en relación a la dificultad de los pacientes para acceder al sistema. Por ello, habría que buscar, a nivel organizativo, maneras más ágiles de que el paciente pueda contactar con nosotros y nosotros con ellos de manera más proactiva.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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