Las enfermedades no transmisiblesya matan más que las infecciosas. Así lo recoge el informe ‘Números invisibles: El verdadero alcance de las enfermedades no transmisibles y qué hacer al respecto’ publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y es que, según los datos recogidos, cada dos segundos muere una persona menor de 70 años por una enfermedad no contagiosa. Es decir, 17 millones de personas menores de 70 años fallecen al año por patologías cardiovasculares, cáncer, diabetes, enfermedades respiratorias crónicas o incluso problemas de salud mental.
Se convierten estas patologías en “uno de los mayores desafíos para la salud y el desarrollo de este siglo”, en palabras de la OMS, que lamenta que este problema “ha pasado desapercibido”. Este estudio supone uno de los que más datos han dado, pese a solo contar con datos de 194 países.
Al año mueren 41 millones de personas por alguna de estas enfermedades no transmisibles, lo que suponen tres cuartas partes de los fallecidos anuales en todo el mundo
Cada año millones de personas conviven al menos con una de estas patologías. En el mundo hay 537 millones de personas con diabetes según la Federación Internacional de Diabetes; cada año se producen 500 millones de accidentes o enfermedades cardiovasculares según un estudio en ‘Journal the American College of Cardiologia; y según datos de la OMS 210 millones de personas en el mundo estarían afectadas por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Estas enfermedades van en aumento, y el problema es que con ello aumenta la incidencia de mortalidad. Al año mueren 41 millones de personas por alguna de estas enfermedades no transmisibles, lo que suponen tres cuartas partes de los fallecidos anuales en todo el mundo. Según datos de la OMS las enfermedades cardiovasculares producen 17,9 millones de muertes al año, una de cada tres muertes; el cáncer, pese a los avances en la supervivencia, sigue matando al año 9,3 millones de pacientes; las enfermedades crónicas respiratorias producen 4,1 millón de fallecimientos y la diabetes dos millones de muertes.
LEJOS DE DISMINUIR LAS MUERTES A UN TERCIO
Las enfermedades y su mortalidad se ven aumentadas por unos hábitos de vida perjudiciales para la salud como es el tabaco. Este mata a uno de cada dos fumadores. Según el informe de la OMS, más de ocho millones de personas mueren por el tabaco, un millón de ellos son fumadores pasivos. En el caso del alcohol, otro de los principales factores de riesgo de estas enfermedades y sus fallecimientos, su consumo está involucrado en el 4% de las muertes por enfermedades no transmisibles como la cirrosis, algunos cánceres como el de hígado o estómago y enfermedades cardiovasculares.
También está implicada la falta de una dieta saludable, que mata a ocho millones de personas al año por obesidad, pero también por desnutrición; o la actividad física con 830 mil muertes anuales involucradas en el 2% de las enfermedades no contagiosas. La hipertensión, la obesidad, el colesterol y la glucosa en sangre son factores en aumento. Solo unos niveles altos de colesterol y glucosa en sangre producen 7 millones de fallecimientos al año.
El aumento de la contaminación del aire supone también un riesgo para desarrollar enfermedades potencialmente letales. En este punto, el 99% de la población global vive en lugares en los que las medidas de calidad del aire estipuladas por la OMS no se cumplen, y 2,4 mil millones de personas usan madera, queroseno o carbón en el interior de su casa para cocinar.
Gran parte de las 17 millones de muertes en menores de 70 años, es decir, de fallecimientos prematuros, son evitables
Todos estos datos reflejan que gran parte de las 17 millones de muertes en menores de 70 años, es decir, de fallecimientos prematuros, son evitables. El problema es que “la falta de información y datos sobre estas enfermedades significa que no se han tomado suficientes medidas”, denuncia el informe de la OMS.
AUMENTO DE LA PRESIÓN ASISTENCIAL
Si algo ha demostrado la Covid-19, es que los sistemas sanitarios cuentan con pocos recursos para afrontar crisis sanitarias. En este punto el aumento de enfermedades, muchas de ellas crónicas, supone una mayor presión para la asistencia sanitaria. Las enfermedades no transmisibles producen una mayor mortalidad, empeoran la calidad de vida de los pacientes aumentando el absentismo escolar o el laboral, aumenta la necesidad de acudir a consulta médica o de adaptar los espacios y hay más riesgo de comorbilidades, es decir, de desarrollar más patologías.
Por eso es importante, señalan desde la OMS, poner en marcha todos los recursos posibles para frenar esta situación, En los países con bajos-medios ingresos, donde se produce el 86% de estos fallecimientos, solo un 5% de las ayudas en salud van a la prevención y el control de estas patologías. El organismo internacional llama a que se realicen políticas de prevención de estas enfermedades, se detecten y traten de forma precoz y se ponga el foco principalmente en los grupos más vulnerables a desarrollar estas enfermedades. “Estas medidas darían un beneficio económico de 230 mil millones en los países de bajos ingresos”, indica el informe de la OMS.
“Este informe es un recordatorio de la verdadera escala de la amenaza que representan las enfermedades no transmisibles y sus factores de riesgo”, declaraba en la presentación Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “Existen intervenciones rentables y aplicables a nivel mundial que todos los países, sin importar su nivel de ingresos, pueden y deben usar y beneficiarse de ellas, salvando vidas y ahorrando dinero”.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecen que para 2030 se han de reducir un tercio las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles. En 2022, señala el informe, solo unos pocos países consiguieron cumplir los pasos para conseguir esta meta. Se precisa de más inversión en prevención y tratamiento, también de más autocuidado, para que, en lo que ha terminado de leer esta noticia un lector, no vuelvan a morir más de 100 personas en el mundo. Y para llegar al compromiso mundial de evitar 50 millones de muertes para 2030.