El deporte es el aliado de una buena salud física y mental. Realizar ejercicio físico está relacionado con una buena salud en el corazón, un mayor control de enfermedades crónicas y un aumento de la esperanza de vida. Pero no solo la práctica deportiva es esencial para mantener una correcta salud. La salud de los órganos también es esencial y el papel de especialistas como el endocrinólogo, la piedra angular de estos buenos hábitos.
Para poner de relieve la figura del endocrinólogo, esencial en el abordaje de quienes realizan ejercicio físico, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) dedica el mes de abril, mediante el Grupo Endocrinología, Nutrición y Ejercicio Físico (GENEFSEEN), a destacar la importancia de estos profesionales. Esta labor de concienciación se enmarca en la campaña “12 Meses en Endocrinología y Nutrición, 12 pasos hacia la salud”.
El endocrinólogo analiza la respuesta hormonal al deporte, optimiza la composición corporal o monitoriza el impacto del ejercicio físico
En esta línea, la Dra. Nieves Palacios, coordinadora de GENEFSEEN, indica que, realizar ejercicio físico de forma habitual, “influye en la mayoría de los órganos y sistemas del cuerpo a través de modificaciones en el sistema endocrino”. El endocrinólogo, especialista en el estudio de los cambios hormonales, nutricionales y metabólicos, analiza la respuesta hormonal al deporte, optimiza la composición corporal, monitoriza el impacto del ejercicio físico sobre diferentes parámetros y evalúa la necesidad de ayudas ergogénicas, entre otras funciones.
En los últimos diez años, el interés por la actividad física ha experimentado un aumento considerable, motivado por diversas razones como la competición, el ocio y la salud. “Una adecuada alimentación e hidratación son fundamentales para un óptimo rendimiento deportivo”, indica la endocrinóloga. En este contexto, GENEFSEEN subraya la importancia de la práctica regular de ejercicio físico para mejorar la salud, respaldado por evidencias que demuestran los beneficios que aporta a quienes lo incorporan en su rutina.
Esto se debe a la variabilidad de sus componentes, como el tipo de actividad, la intensidad, la duración, así como a factores individuales
Además, el estudio de los efectos del ejercicio físico en la secreción hormonal resulta ser un desafío complejo. Esto se debe a la variabilidad de sus componentes, como el tipo de actividad, la intensidad, la duración, así como a factores individuales como la edad, el sexo, el nivel de entrenamiento, entre otros. Evaluar adecuadamente a cada deportista requiere considerar estas variables de manera integral.
EL EFECTO EN LA SALUD DEL SEDENTARISMO
Un 6% de las muertes anuales son provocadas por el sedentarismo, según datos extraídos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es el cuarto factor de riesgo de mortalidad global, detrás de la hipertensión, el consumo de tabaco y los niveles elevados de azúcar en sangre. Ante estos datos, GENEFSEEN destaca que el riesgo de mortalidad disminuye con tan solo 30 minutos al día de ejercicio físico.
“Se ha demostrado que un estilo de vida sedentario es un factor de riesgo para el desarrollo de muchas enfermedades crónicas, entre las que se incluyen la diabetes tipo 2, obesidad, osteoporosis, hipertensión arterial, cáncer de mama, de colon y patología cardiovascular, por lo que hay una conexión directa entre la actividad física y la esperanza de vida, de modo que las poblaciones más activas tienden a vivir más y mejor”, asevera la médico especialista en Endocrinología y Nutrición.
#XPERIENCIAKILIMANJARO
Para promover el ejercicio físico, GENEFSEEN lleva a cabo el proyecto solidario ‘Xperiencia Kilimanjaro’, que tiene como objetivo apoyar, acompañar y fomentar el ejercicio físico en las personas que padecen alguna enfermedad crónica, como la diabetes tipo 1. #Xperienciakilimanjaro quiere sensibilizar a la sociedad en estas situaciones, debido a la dificultad que supone volver a realizar las actividades cotidianas que requieren esfuerzo físico tras el diagnóstico.
En este proyecto, pacientes con diabetes tipo 1 y sanitarios realizan una ruta durante 7 días, que culmina con la llegada a la cima de Kilimanjaro en Tanzania, con 5.895 metros de altitud, se ha llevado a cabo durante dos años consecutivos. Además, los integrantes de la expedición colaboran de manera solidaria en proyectos tanzanos enfocados a la salud e integración laboral de la mujer y las personas con discapacidad.