El cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres occidentales. De hecho, sólo en España se diagnostican alrededor de 25.000 nuevos cánceres de mama al año, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) sostienen que una de cada ocho mujeres padecerá esta enfermedad a lo largo de su vida, motivo por el que desde esta organización dispone de una serie de servicios y programas para la atención integral de las personas con cáncer de mama. En este sentido, afirman que, a pesar de ser una enfermedad grave, “se puede curar si se detecta a tiempo”. Para ello, es importante dotar a los ciudadanos de información fiable y rigurosa a cerca de la patología, ya que su falta “es la principal fuente de miedo y ansiedad”.
Los especialistas destacan que el hito más significativo en los últimos años en el abordaje de la enfermedad es el conocimiento de la heterogeneidad del cáncer de mama. Es decir, que se trata de una patología con subtipos biológicos diferentes que precisan tratamientos específicos. El descubrimiento de tipos de cáncer con diferentes perfiles biológicos permitió en la década pasada incorporar anticuerpos monoclonales como el trastuzumab al tratamiento del cáncer de mama Her2 positivo, hasta entonces de mal pronóstico por su mayor agresividad.
En este sentido, las pacientes con cáncer de mama Her2 positivo ya no cuentan sólo con el trastuzumab, la asociación de un segundo anticuerpo (pertuzumab) al tratamiento ha mostrado incrementar notablemente la supervivencia en estadios avanzados (se advierte una mejoría de 15 meses en su esperanza de vida, llegando casi a los 5 años de supervivencia en un grupo de pacientes metastásicas que hace unos 15 años tenía un muy mal pronóstico). También T-DM1 (un moderno fármaco que combina de forma conjugada de quimioterapia y trastuzumab) es altamente efectivo en pacientes que fracasan a tratamientos previos.
En las pacientes con enfermedad “hormonosensible” también se han comunicado resultados de nuevos fármacos biológicos que, asociados a tratamientos clásicos como la hormonoterapia, mejoran los resultados de estos. Everolimus primero, y más recientemente palbociclib son los ejemplos más relevantes. Además, en estas tres décadas, otro hecho de gran relevancia ha sido el incremento de cirugías conservadoras y menor intervención sobre la axila, evitando complicaciones y mejorando la calidad de vida de las mujeres con cáncer de mama.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
Cada 1% de mejora en el tratamiento de este tumor hace que 250 mujeres menos recaigan de su enfermedad
Sin embargo, gracias a los avances científicos de los últimos años, cada 1% de mejora en el tratamiento de este tumor hace que 250 mujeres menos recaigan de su enfermedad, por lo que pueden disfrutar de una mejor calidad de vida con reincorporación plena a su vida social y laboral. Cada uno de estos avances ha conseguido aumentar la supervivencia en un 20% entre los años 70 y la actualidad.Desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) sostienen que una de cada ocho mujeres padecerá esta enfermedad a lo largo de su vida, motivo por el que desde esta organización dispone de una serie de servicios y programas para la atención integral de las personas con cáncer de mama. En este sentido, afirman que, a pesar de ser una enfermedad grave, “se puede curar si se detecta a tiempo”. Para ello, es importante dotar a los ciudadanos de información fiable y rigurosa a cerca de la patología, ya que su falta “es la principal fuente de miedo y ansiedad”.
Es una patología con subtipos biológicos diferentes que precisan tratamientos específicos
HACIA UN TRATAMIENTO INDIVIDUALIZADOLos especialistas destacan que el hito más significativo en los últimos años en el abordaje de la enfermedad es el conocimiento de la heterogeneidad del cáncer de mama. Es decir, que se trata de una patología con subtipos biológicos diferentes que precisan tratamientos específicos. El descubrimiento de tipos de cáncer con diferentes perfiles biológicos permitió en la década pasada incorporar anticuerpos monoclonales como el trastuzumab al tratamiento del cáncer de mama Her2 positivo, hasta entonces de mal pronóstico por su mayor agresividad.
En este sentido, las pacientes con cáncer de mama Her2 positivo ya no cuentan sólo con el trastuzumab, la asociación de un segundo anticuerpo (pertuzumab) al tratamiento ha mostrado incrementar notablemente la supervivencia en estadios avanzados (se advierte una mejoría de 15 meses en su esperanza de vida, llegando casi a los 5 años de supervivencia en un grupo de pacientes metastásicas que hace unos 15 años tenía un muy mal pronóstico). También T-DM1 (un moderno fármaco que combina de forma conjugada de quimioterapia y trastuzumab) es altamente efectivo en pacientes que fracasan a tratamientos previos.
En las pacientes con enfermedad “hormonosensible” también se han comunicado resultados de nuevos fármacos biológicos que, asociados a tratamientos clásicos como la hormonoterapia, mejoran los resultados de estos. Everolimus primero, y más recientemente palbociclib son los ejemplos más relevantes. Además, en estas tres décadas, otro hecho de gran relevancia ha sido el incremento de cirugías conservadoras y menor intervención sobre la axila, evitando complicaciones y mejorando la calidad de vida de las mujeres con cáncer de mama.
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