La esquizofrenia es un trastorno mental complejo y de larga evolución que afecta a todos los países, grupos socioeconómicos y culturas por igual. Es más, la prevalencia es similar en todo el mundo, una de cada 100 personas, y los síntomas (alucinaciones, delirios, falta de respuesta emocional, retraimiento social, depresión o apatía) pueden ser graves e incapacitantes, limitando la vida diaria de los pacientes. Tampoco existe una única causa para la enfermedad. Se cree que diferentes factores actúan conjuntamente y contribuyen al desarrollo. En este sentido, los nuevos tratamientos están “transformando no solo la percepción subjetiva del estado de salud de los pacientes sino su nivel de funcionalidad, lo que permite a los afectados y a las familias hacer proyectos de vida a medio y largo plazo”, asegura Julio Bobes, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría.
En España hay unas 600.000 personas con criterios diagnósticos de esquizofrenia o trastornos asociados, lo que representa entre un 0,8 y un 1,3% de la población.Facilitar al paciente un proyecto de vida y la máxima funcionalidad posible es fundamental para un adecuado control de la esquizofrenia . Cuanta mayor es la integración en el entorno familiar, social y laboral, menor es el riesgo de recaídas que dificultan el control de la enfermedad y empeoran el pronóstico del paciente. En este marco de normalización del diagnóstico, en el que trabaja desde hace años la Psiquiatría moderna, juegan un papel clave los nuevos tratamientos, que permiten intervalos cada vez más amplios de administración entre una dosis y otra.
“El tratamiento de la esquizofrenia suponía un reto en el pasado, con antipsicóticos disponibles desde los años 50”, señala el coordinador de VIVE. Los modernos tratamientos “están teniendo una influencia muy notoria porque cambia la foto que teníamos: en la medida en que conseguimos que el paciente quede estabilizado y que la sintomatología remita sustancialmente, tenemos una personas con condiciones de proyectarse hacia el futuro”.
ENFOQUE MULTIDISCIPLINAR
José Manuel Olivares, psiquiatra del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo y encargado de abrir el encuentro, coincide en la importancia de tratar la enfermedad desde un enfoque multidisciplinar. “No solo se trata de eliminar los síntomas, sino de establecer un plan de tratamiento para evitar las recurrencias, ayudar al paciente y a su familia a entender lo que está sucediendo y a prevenir las recaídas, y facilitar que el paciente pueda retornar su proyecto vital con las mayores garantías de éxito posibles”.
El doctor destaca que “olvidarse de tomar un tratamiento es muy fácil, nos pasa a todos. Por ello, una medicación que solo hay que aplicar cuatro veces al año es una gran ayuda en este sentido”.
PRONÓSTICO FUTURO
La llegada de tratamientos como el palmitato de paliperidona de administración trimestral, apunta el especialista, “está cambiando la vida de los pacientes, sobre todo en lo que respecta a su vinculación al sistema social”. En este sentido, “las administraciones públicas han aceptado como gran innovación que los fármacos de los que disponemos por vía oral puedan ser aprovechados realmente en la medida que resuelven las dificultades de adherencia a los tratamientos y que son una incorporación necesaria para no dejar pasar una oportunidad terapéutica que transforma la vida de los pacientes”.
Por eso, concluye José Manuel Olivares, “si hay algo que sabemos acerca de la esquizofrenia es que, cuanto antes se detecte y se ponga un tratamiento adecuado, mayores serán las probabilidades de que el enfermo pueda disfrutar de una vida sin merma de las capacidades personales”.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
Cuanta mayor es la integración en el entorno familiar, social y laboral, menor es el riesgo de recaídas
El especialista es el coordinador del V Encuentro VIVE, celebrado en A Coruña con la colaboración de Janssen. Este proyecto, bajo punto de vista “se va amoldando las necesidades aún no cubiertas desde el punto de vista de la formación continuada de los profesionales”. En España hay unas 600.000 personas con criterios diagnósticos de esquizofrenia o trastornos asociados, lo que representa entre un 0,8 y un 1,3% de la población.Facilitar al paciente un proyecto de vida y la máxima funcionalidad posible es fundamental para un adecuado control de la esquizofrenia . Cuanta mayor es la integración en el entorno familiar, social y laboral, menor es el riesgo de recaídas que dificultan el control de la enfermedad y empeoran el pronóstico del paciente. En este marco de normalización del diagnóstico, en el que trabaja desde hace años la Psiquiatría moderna, juegan un papel clave los nuevos tratamientos, que permiten intervalos cada vez más amplios de administración entre una dosis y otra.
“El tratamiento de la esquizofrenia suponía un reto en el pasado, con antipsicóticos disponibles desde los años 50”, señala el coordinador de VIVE. Los modernos tratamientos “están teniendo una influencia muy notoria porque cambia la foto que teníamos: en la medida en que conseguimos que el paciente quede estabilizado y que la sintomatología remita sustancialmente, tenemos una personas con condiciones de proyectarse hacia el futuro”.
ENFOQUE MULTIDISCIPLINAR
José Manuel Olivares, psiquiatra del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo y encargado de abrir el encuentro, coincide en la importancia de tratar la enfermedad desde un enfoque multidisciplinar. “No solo se trata de eliminar los síntomas, sino de establecer un plan de tratamiento para evitar las recurrencias, ayudar al paciente y a su familia a entender lo que está sucediendo y a prevenir las recaídas, y facilitar que el paciente pueda retornar su proyecto vital con las mayores garantías de éxito posibles”.
El doctor destaca que “olvidarse de tomar un tratamiento es muy fácil, nos pasa a todos. Por ello, una medicación que solo hay que aplicar cuatro veces al año es una gran ayuda en este sentido”.
PRONÓSTICO FUTURO
"Desde el punto de vista social, el paciente puede organizarse con un grado de normalización muy superior al que teníamos"
Otros de los asuntos puestos de relieve en el encuentro es cómo ha cambiado la perspectiva de los pacientes en los últimos años. “Hemos mejorado el pronóstico, no solo clínico, sino que desde el punto de vista social y de vida diaria, el paciente puede organizarse con un grado de normalización muy superior al que teníamos hasta ahora”, apunta Bobes. La llegada de tratamientos como el palmitato de paliperidona de administración trimestral, apunta el especialista, “está cambiando la vida de los pacientes, sobre todo en lo que respecta a su vinculación al sistema social”. En este sentido, “las administraciones públicas han aceptado como gran innovación que los fármacos de los que disponemos por vía oral puedan ser aprovechados realmente en la medida que resuelven las dificultades de adherencia a los tratamientos y que son una incorporación necesaria para no dejar pasar una oportunidad terapéutica que transforma la vida de los pacientes”.
Por eso, concluye José Manuel Olivares, “si hay algo que sabemos acerca de la esquizofrenia es que, cuanto antes se detecte y se ponga un tratamiento adecuado, mayores serán las probabilidades de que el enfermo pueda disfrutar de una vida sin merma de las capacidades personales”.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es