La Comisión Europea ha compartido recientemente un informe con otras instituciones europeas en el que analiza el grado de aplicación de la Directiva 2014/40/UE en materia de fabricación, presentación y venta de los productos del tabaco y los productos relacionados. Tras siete años de implantación, desde la Comisión garantizan que la comúnmente llamada ‘directiva europea del tabaco’ ha reforzado el control del tabaco y “contribuido a mejorar la salud pública”. Pese a ello, reconocen que existe un amplio margen de mejora.
Entre las acciones analizadas, el informe se refiere al empaquetado neutro, aquella actuación que supone introducir un embalaje normalizado para los productos del tabaco. Especialmente pensado para las cajetillas de cigarros y bolsas de tabaco, supone la eliminación de logotipos, colores u otros elementos visuales de marca, de forma que únicamente se añaden las advertencias de salud, la información referida a los componentes y el nombre de la marca, todo ello debidamente regulado en cuanto a forma, tamaño o fuente de texto.
Según la Comisión Europea, esta medida sirve para "aumentar la concienciación sobre las enfermedades relacionadas con el tabaco y las enfermedades asociadas"
Atendiendo a esta medida, la Comisión Europea ha destacado que tan solo “ocho Estados miembros ejercieron su derecho en virtud del artículo 24, apartado 2, a ir más allá de las disposiciones de etiquetado de la Directiva” y llevaron a cabo esta iniciativa. Según defendieron estos países, esta actuación ha sido “proporcionada” y “no constituye un medio de discriminación arbitraria”.
Pese a que solamente ocho países lo han implantado (el informe no nombra los que lo han hecho), el documento sí que destaca los beneficios que ha supuesto. Así, mencionan que el empaquetado neutro “parece aumentar la concienciación sobre las enfermedades relacionadas con el tabaco y las enfermedades asociadas, así como la motivación para dejarlo, y ayuda a reducir el tabaquismo, en particular entre los jóvenes”.
En este punto, mencionan como “aproximadamente la mitad de los europeos están a favor de introducir un «empaquetado neutro» para los cigarrillos”, según datos del Eurobarómetro de 2020. En esta línea, subrayan que este tipo de “regulación más estricta” ayuda a “transponer las disposiciones sobre la presentación del producto, en particular la prohibición total de los elementos de promoción”.
“PUEDE SUPONER UN OBSTÁCULO”
A pesar de sus probados beneficios, desde el organismo que dirige Ursula von der Leyen advierten que el hecho de que únicamente se ha introducido esta medida en algunos Estados miembros “puede suponer puede suponer un obstáculo para la libre circulación de las mercancías”.
Igualmente, puntualizan que estos formatos normalizados de embalaje “pueden variar entre los Estados miembros, lo que distorsiona aún más el buen funcionamiento del mercado interior”. Por todo ello, la Comisión Europea propone analizar “con más detalle” esta medida concreta así como introducir “advertencias sanitarias de mayor tamaño”.
ESPAÑA, EN CAMINO
España es uno de los países de la Unión Europea en los que aún no se ha implementado el empaquetado neutro, pese a ser una petición histórica de instituciones como el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT). A pesar de ello, las últimas voluntades expresadas por el Ministerio de Sanidad se encaminan hacia su futura implementación.
Darias aseguró que el Ministerio de Sanidad elaborará un Plan integral de prevención y control del tabaquismo que incluirá la introducción del empaquetado neutro
Así se desprende de la comparecencia que realizó en marzo la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados en la que explicó las líneas generales que desarrollaría durante su mandato.
En materia de salud pública, la política canaria avanzó que el Ministerio de Sanidad elaborará un Plan integral de prevención y control del tabaquismo. Según especificó, dicha propuesta se articularía “mediante una modificación normativa” la cual “está preparada” e incluiría medidas como “la ampliación de espacios libres de humo, la equiparación de regulación de nuevas formas a las del tabaco o la introducción del empaquetado neutro”.