Tras la notificación reciente realizada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) sobre los problemas de suministro de Oncotice, BCG (Bacillus Calmette-Guérin), miembros de la Asociación Española de Urología (AEU) han transmitido un mensaje de tranquilidad asegurando que los tratamientos para los pacientes con cáncer de vejiga están garantizados en los hospitales españoles.
Las complicaciones en su suministro suceden en concreto desde hace dos años, cuando se produjo “una contaminación de la cadena” de producción en fábricas de Canadá. En ese momento, desde la Asociación Española de Urología se creó un comité de expertos que elaboró una serie de recomendaciones que establecían la forma de organizar las reservas de las dosis que se tenían para utilizarlas sólo en casos concretos. Así como el establecimiento de alternativas terapéuticas. Estas recomendaciones fueron trasladadas desde el Ministerio de Sanidad a todas las farmacias hospitalarias del país.
UNA VACUNA CON SELLO ESPAÑOL
Desde la Asociación Española de Urología adelantan a este diario que próximamente España podría contar con su propia BCG, algo que facilitaría la situación cuando se producen problemas de suministro a nivel mundial. “La AEU está trabajando con un laboratorio y posiblemente a primeros de año empecemos a hacer un ensayo clínico con otro tipo de BCG”, dice Cózar.
El problema de suministro actual se mantendrá al menos hasta finales de agosto, ya que, como ha informado la propia Agencia Española del Medicamento, hasta el 21 del mes próximo no se prevé el restablecimiento del suministro normal de la vacuna.
Debe pasar por una cadena de producción compleja, por lo que desde hace tiempo es susceptible de problemas en su fabricación
El jefe del Servicio de Urología del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, José Manuel Cózar, aclara que la BCG, “no es un medicamento, sino una vacuna”, que se suele destinar a prevenir que el tumor vuelva a aparecer en pacientes a los que se les ha extirpado en una cirugía. De este modo, añade, no se puede producir en cantidades industriales. Debe pasar por una cadena de producción compleja, por lo que desde hace tiempo es susceptible de problemas en su fabricación.Las complicaciones en su suministro suceden en concreto desde hace dos años, cuando se produjo “una contaminación de la cadena” de producción en fábricas de Canadá. En ese momento, desde la Asociación Española de Urología se creó un comité de expertos que elaboró una serie de recomendaciones que establecían la forma de organizar las reservas de las dosis que se tenían para utilizarlas sólo en casos concretos. Así como el establecimiento de alternativas terapéuticas. Estas recomendaciones fueron trasladadas desde el Ministerio de Sanidad a todas las farmacias hospitalarias del país.
"Es muy difícil de producir y de fabricar, supongo que debe ser muy costoso"
Dos años después, la producción de una de las cepas ha creado nuevos problemas de fabricación de la vacuna a nivel global. “Es muy difícil de producir y de fabricar, supongo que debe ser muy costoso”, dice el doctor Cózar, quien en todo momento sostiene que los tratamientos alos pacientes con cáncer de vejiga están garantizados.UNA VACUNA CON SELLO ESPAÑOL
Desde la Asociación Española de Urología adelantan a este diario que próximamente España podría contar con su propia BCG, algo que facilitaría la situación cuando se producen problemas de suministro a nivel mundial. “La AEU está trabajando con un laboratorio y posiblemente a primeros de año empecemos a hacer un ensayo clínico con otro tipo de BCG”, dice Cózar.
El problema de suministro actual se mantendrá al menos hasta finales de agosto, ya que, como ha informado la propia Agencia Española del Medicamento, hasta el 21 del mes próximo no se prevé el restablecimiento del suministro normal de la vacuna.