El testamento vital es una asignatura pendiente en España. Aunque cada vez más personas quieren asumir el control sobre qué cuidados médicos recibir y cuáles no al final de la vida. Según datos del Registro Nacional de Instrucciones Previas del Ministerio de Sanidad, 247.776 personas tienen registrado sus voluntades anticipadas, lo que representa la cifra más alta de los últimos cinco años. A pesar de ello, menos del 1% de la población española ha firmado su testamento vital.
Hasta 2002, con la Ley de Autonomía del Paciente no se empezó a regular este trámite. En 2013, cada comunidad autónoma inició sus propios registros que sincronizó con el Registro Nacional para llevar a cabo un cómputo global. La diversidad que caracteriza a España se refleja también en la elección o no de tomar este tipo de decisiones que anticipa la última voluntad de las personas para que esta se cumpla si se dan circunstancias en las que no pueda expresarlo personalmente por incapacidad.
En cada CC.AA. recibe un nombre diferente
No recibe el mismo nombre en todas las comunidades autónomas. Se denomina documento de voluntades anticipadas en Aragón, Baleares, Cataluña, Navarra, el País Vasco y la Comunidad Valenciana; documento de instrucciones previas en Asturias, Castilla y León, Galicia, Madrid, Murcia y La Rioja; documento de voluntades vitales anticipadas en Andalucía; manifestación anticipada de voluntad en Canarias; declaración de voluntades anticipadas en Castilla-La Mancha; expresión de la voluntad con carácter previo en Cantabria y expresión anticipada de voluntades en Extremadura.
¿QUIÉNES SE HAN ACOGIDO?
El perfil que más solicita las últimas voluntades es una mujer mayor de 65 años. Así, según los datos de Sanidad, es este grupo de edad en el que se encuentra la gran mayoría de inscritos, unos 136.225. De ellos, 157.645 son mujeres (el 3,38% de la población) frente a los 94.857 hombres (2,04%).
En términos de edad por Comunidades Autónomas, Navarra (10,87% del total), País Vasco (10,64%), Cataluña (10%) y La Rioja (9,13%) lideran el ranking de inscripciones. Mientras que Ceuta y Melilla (0,81%), Extremadura (1,70%), Galicia (2,82%) y Murcia (2,96%) están a la cola en los registros pese al destacable envejecimiento poblacional que sufren estas tres últimas autonomías.
Navarra y País Vasco lideran el ranking autonómico de inscripciones
Por sexo y CC.AA, más mujeres que hombres piden el testamento vital. De todas ellas, las vascas (7,02%), navarras (6,93%) y riojanas (5,94%) son las que encabezan el listado. Lo mismo sucede con los hombres, donde navarros (3,94%), vascos (3,61%) y riojanos (3,19%) se encuentran encima de la tabla.
¿EN QUÉ ESTÁN DE ACUERDO TODAS LAS CC.AA?
Que no le denominen igual no significa que todo sean diferencias. La normativa estatal exige que el procedimiento de formalización del documento se haga únicamente de forma escrita. Así lo hacen de forma unánime todas las autonomías.
Existen tres vías para la formalización del testamento: ante notario, ante dos o tres testigos o ante un funcionario o personal habilitado. Salvo en Cataluña y Extremadura, que no contemplan este último caso.
Además, las legislaciones territoriales establecen el límite de las instrucciones en aquello que resulte contrario al ordenamiento jurídico o la buena práctica clínica, descartando la eutanasia o el suicidio asistido, prohibidos en España.