Tiene apenas 18 meses y con sólo entrar en contacto con el agua sufre importantes daños físicos. Ivy Angerman es una niña de Hastings, Minnesota, que tiene alergia al agua. Según el Centro de Información de Enfermedades Raras y Genéticas de Estados Unidos ha detectado que lo que padece esta paciente se llama urticaria quígenica.
Los padres de la pequeña han mostrado su desesperación ante el sufrimiento de la niña, que no puede realizar actividades cotidianas como bañarse o incluso llorar sin sufrir los efectos de su alergia. Las erupciones en la piel, urticaria y ampollas dolorosas no tardan en aparecer tras el contacto con el agua.
El término alergia se emplea habitualmente y de forma errónea para definir una serie de síntomas o un estado de malestar atribuido a irritantes ambientales, mientras se trata de un amplio abanico de enfermedades con distintas manifestaciones
Los expertos destacan que los efectos del agua en la piel de la niña son similares a los de quemaduras de tercer grado. El sufrimiento de estos daños dura entre 15 minutos y una hora.
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica define el término alergia se emplea habitualmente y de forma errónea para definir una serie de síntomas o un estado de malestar atribuido a irritantes ambientales. En sentido estricto, cuando hablamos de alergia nos referimos a un amplio abanico de enfermedades con distintas manifestaciones en función del órgano o sistema afectado.
La piel y las vías respiratorias, al ser la primera zona de contacto con los alérgenos, son los dos órganos que con mayor frecuencia sufren reacciones alérgicas. El proceso que subyace en las enfermedades de causa alérgica es la inflamación. Así, se habla de dermatitis cuando la inflamación afecta a la piel, conjuntivitis si ocurre en la conjuntiva ocular, rinitis cuando se afecta la mucosa nasal, o asma si la inflamación afecta a los bronquios, entre otros procesos.