La Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFiCC) pide no ningunear los síntomas del síndrome post vacacional porque pueden afectar la salud de las personas que la sufren, a pesar de no ser considerada como una dolencia.
Cuando se sufre el síndrome post vacacional, los síntomas más habituales que se dan son: malestar psicológico (como tristeza, ansiedad, estrés), preocupación, inseguridad, miedo a perder el control, palpitaciones, taquicardia, excesiva sudoración, temblor, molestias digestivas, dolor muscular, dolor de cabeza. El 20% de los afectados consigue recuperarse del todo en tan solo dos días, pero el 35% arrastra los síntomas y las molestias durante dos semanas.
El 20% de los afectados consigue recuperarse del todo en tan solo dos días, pero el 35% arrastra los síntomas dos semanas
Los síntomas hay que combatirlos con prevención, y no tienen que perdurar más allá de dos semanas, dado que si se alargan tenemos el peligro de sufrir problemas de salud más importantes como trastornos de ansiedad y / o depresión, destacan desde lo AIFiCC. Y en este caso, hay que consultar con los profesionales de la salud.
De hecho, el síndrome post vacacional afecta al mercado laboral y la productividad y un 10% de los afectados acabarán pidiendo la baja laboral. De forma que el estrés y la ansiedad prolongado, además de producir trastornos mentales, pueden desencadenar también una serie de trastornos físicos, de tipos cardiovasculares, digestivos o respiratorios, e incluso dermatológicos (con aparición de psoriasi, acné o eccema). De hecho, estos trastornos se ven a las consultas de atención primaria y por eso, desde lo AIFiCC se pide a las enfermeras de familia máxima atención estos días ante consultas que puedan tener un origen en el síndrome post vacacional.
RECOMENDACIONES PARA EVITAR EL SÍNDROME POST VACACIONAL
Igualmente desde la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña se pide especial atención a las mujeres, mucho más susceptibles a sufrir el síndrome por la diversidad de funciones que hacen una vez se vuelve a la vida rutinaria.
Además, recomiendan no volver bruscamente al trabajo, por eso se aconseja volver unos días antes de empezar a trabajar, para adaptar los horarios, alimentación y actividad y reducir el cambio brusco de las vacaciones al trabajo, y evitar situaciones de estrés como los atascos a ciudad en horas punta.
Asimismo, aconsejan hacer cosas que nos apetezcan durante el tiempo libre, fuera del horario laboral programar cada día una actividad parecida a las que se hacían durante las vacaciones, como pasear o salir con los amigos y familia.
Ser positivos y volver con las pilas cargadas, marcarse objetivos realistas y formulados siempre en positivo, es otra de las recomendaciones. Por último, hacer pausas de descanso, breves, durante el horario laboral porque descansar un pequeño rato cada cierto tiempo facilita la adaptación del cuerpo, además de la mente, a la tarea que nos ocupa.