El síndrome de las piernas inquietas, desconocido hasta en Atención Primaria

José M. Lozano Motos | Madrid

El desconocimiento entre la población general española del síndrome de las piernas inquietas provoca que éste sea considerado por muchas personas como "una enfermedad inventada" o, incluso, y de manera despectiva, como "el Baile de San Vito".

De esta manera lo expone a ConSalud.es la presidenta de la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (Aespi), Esperanza López, que lamenta que la gente crea que los pacientes necesitan un psiquiatra. "Es el pan nuestro de cada día", declara.

No obstante, y a pesar de que manifiesta que si esas personas tuvieran este síndrome durante una sola noche "seguramente cambiarían de opinión", asegura que "el gran problema es que no todos los médicos de cabecera la conocen". Si hubiera un mayor conocimiento "sería una maravilla", indica.

El motivo de ello es que, en la actualidad, los pacientes "pueden pasar años y años de consulta en consulta sin saber lo que tienen". Por esta razón, López afirma que "ojalá dentro de poco los médicos de Familia conozcan este síndrome y se diagnostique a la primera".

ESTE MARTES SE CELEBRA EL DIA MUNDIAL

Con motivo de la celebración este martes, 23 de septiembre, del Día Mundial del Síndrome de Piernas Inquietas, señala que éste provoca "una sensación irresistible de mover las piernas cuando se está en descanso". Los síntomas pueden ser "calor, frío, hormigueo por las piernas o necesidad de dar patadas".

Así lo manifiesta López, que añade que todos ellos "se alivian si el paciente se pone en movimiento". Al respecto, e informando de que se pueden producir en brazos y piernas, confirma que cuando la sintomatología es severa "hay que levantarse y caminar, y es que no queda otra solución".

Esta situación hace que la calidad de vida descienda, ya que se duerme "entre tres y cuatro horas", y eso en las noches calificadas como "buenas". Por ello, esta enfermedad, que afecta "a un 7% de la población española", hace que los pacientes tengan "falta de concentración y ataques de sueño diurno", lamenta.

Por último, señala que el tratamiento es a base de dopaminérgicos, aunque éste es completado con "ayudas", como es el caso de "hacer deporte por la mañana o a primera hora de la tarde, la alimentación o los baños calientes y fríos". Sin embargo, y a pesar de la "poca" investigación, explica que se está estudiando un nuevo tratamiento "que puede salir el próximo año".


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