El Servicio de Dermatología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, dirigido por la doctora María Calvo Pulido, ha incorporado una nueva Unidad de Terapia Fotodinámica, una modalidad de tratamiento basado en la fotooxidación y la destrucción celular selectiva mediante la utilización de un fotosensibilizante.
Se trata de un procedimiento muy sencillo que se realiza en consulta. Consiste en la aplicación de la crema fotosensibilizante en la zona a tratar, que se debe dejar en incubación durante 3 horas, y posteriormente en la aplicación de la luz durante un tiempo variable en función de la extensión del campo de tratamiento, entre 10-30 minutos.
La aplicación de la luz puede resultar molesta en algunas zonas, pero gracias a las nuevas lámparas que permiten regular las potencias durante el tiempo de tratamiento se puede individualizar la manera de aplicarlo en función de la tolerancia del paciente.
El tratamiento permite la curación de lesiones de cáncer de piel sin cicatriz residual
Es fundamentalmente utilizado para el tratamiento del cáncer de piel no melanoma y de las lesiones precursoras del mismo, carcinoma basocelular, así como lesiones precursoras del carcinoma epidermoide, queratosis y queilitis actínicas y enfermedad de Bowen.
La ventaja de este tratamiento respecto a la cirugía convencional, es fundamentalmente estética, ya que permite la curación de lesiones de cáncer de piel sin cicatriz residual y el tratamiento de lesiones premalignas no visibles al ojo humano. Así mismo se puede utilizar con resultados variables en diversas patologías inflamatorias como: psoriasis, acné, infecciones por el virus del papiloma, linfoma cutáneo de células T etc…
Finalmente tiene también una aplicación estética, consiguiendo un rejuvencimiento fundamentalmente en aquellas pieles con importante daño solar crónico.
Con respecto a efectos secundarios, tras la realización del tratamiento de produce una reacción inflamatoria necesaria para su funcionamiento, que da lugar a enrojecimiento, inflamación y aparición posterior de costras que será más o menos intensa dependiendo del daño solar del paciente. Aunque con el seguimiento dermatológico adecuado, aproximadamente en 7-10 días se habrá producido una regeneración epidérmica completa.