La función de las redes sociales es cuestionada continuamente por los efectos negativos que provocan, sobre todo, en la población más joven. Han favorecido la creación de un mundo paralelo medido en "likes" en el que los reyes y reinas son las personas con más seguidores. De aquí nacen los "influencers", aquellos que por un motivo u otro han conseguido ser "influyentes" y hacer de las redes un trabajo, principalmente publicitario, convirtiéndo a la web en un mundo muy superficial.
Aun así, muchos de estos personajes públicos también apuestan por aprovechar su tirón mediático para favorecer y apoyar acciones solidarias, como la lucha contra el cáncer. Recientemente, la conocida "Vecina Rubia" (1,2 millones de seguidores en Instagram) consiguió de forma altruista que una iniciativa de crowfunding dirigida a recaudar fondos para una investigación contra el cáncer alcanzara una recaudación de más de 25.000 euros en tres días, y subiendo.
Las redes sociales son clave en la difusión de este tipo de causas
La iniciativa está publicada en precipita.es, una plataforma repleta de causas como esta por completar. Ésta en concreto va dirigida a la metástasis y trombosis de tumores digestivos (de colon y de estómago) y fue impulsada por Irene Martínez Martínez del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria, la cual contactó con "la rubia" para que le ayudara a impulsar las donaciones. El objetivo es estudiar nuevos fármacos que permitan aumentar la supervivencia de los pacientes mediante una medicina más personalizada y precisa. Todavía está abierto el fondo para poder colaborar.
A un nivel más mediático, una de las causas solidarias más sonadas en los últimos meses fue de la mano de doce famosos entre los que estaban Alejandro Sanz, Miguel Ángel Muñoz y David Bisbal, que apoyaron la iniciativa de la Fundación Juegaterapia dirigida a ayudar a los niños enfermos de cáncer.
Gracias a la venta de los bebés solidarios, la organización destinó 100.000 euros a la investigación del cáncer infantil. Una cifra en la que tuvo mucho que ver la difusión que hicieron los colaboradores en las redes sociales. Los famosos, también "influencers", diseñaron los pañuelos que complemenaban a los muñecos, y el alcance de su influencia fue la clave para que el "Baby Pelón" se convirtiera en 2017 en el juguete más vendido del año.