La Sección de Cirugía Plástica Infantil del Hospital General Universitario Gregorio Marañón ha culminado con éxito los tratamientos y cirugías que han realizado a Nguyet, una niña de Vietnam con un tumor vascular gigante en su cara.
La pequeña de cinco años ha contado con la ayuda Patti Maxey de Alabama (Estados Unidos), que tras ver la situación de la pequeña en una foto de unos amigos que había hecho turismo en Vietnam emprendió una campaña para conseguir el dinero suficiente para financiar los viajes a Madrid.
Se trazó un plan de actuación y se establecieron las pruebas y abordajes que sería necesarios y se iniciaron los trámites burocráticos para poder traer a Nguyet a España. Tras seis semanas de análisis, resonancias, ecocardiografías, biopsias, entre otras pruebas, las especialistas del Hospital Gregorio Marañón confirmaron que se trataba de un hemangioma facial gigante, que no tenía afectación intracraneal ni se asociaba a otras malformaciones congénitas.
La primera de las operaciones duró siete horas y se reconstruyeron los párpados, la nariz, los labios y la mejilla
Era un tipo de tumor benigno pero que, dependiendo del tamaño y localización, pueden poner en peligro la vida o dejar secuelas funcionales y estéticas gravísimas. Nguyet y su madre, Lam, volvieron a Vietnam con un diagnóstico y con medicación para tratar de reducir el tumor y así, posteriormente poder operarla. Maxey se encargó de enviarle la medicación durante los dos años siguientes.
Al cumplir cuatro años, la medicación había funcionado y el volumen del tumor había disminuido significativamente. En abril de 2016 se realizó la primera intervención en el Gregorio Marañón. Los especialistas del equipo de Cirugía Plástica Infantil diseñaron un plan quirúrgico, puesto que la deformidad era enorme y afectaba a todas las estructuras de ese lado de la cara. Los especialistas recontruyeron los párpados, la nariz, los labios y la mejilla y colocaron un expansor en el cuero cabelludo para hincharlo poco a poco y poder reconstruir la gran alopecia en un segundo momento. La operación duró siete horas y fue muy difícil por el abundante sangrado del tumor residual. Después de ésta hubo varias intervenciones más.
Actualmente está recibiendo las últimas curas para lograr la correcta cicatrización. La pequeña Nguyet se marchará en breve a su país y su rostro es ya otro, a la espera de las últimas curas y que baje la inflamación. Su madre Lam y su abuela postiza Patti aseguran que la niña es mucho más extrovertida, le gusta ir de compras y jugar con otros niños.