Un grupo de investigadores ha comprobado que la relaxina, una hormona producida durante el embarazo, es eficaz para tratar el síndrome del hombro congelado al conseguir restaurar el movimiento de la articulación en un modelo animal.
Cuando Edward Rodriguez, jefe de Traumatología Ortopédica en el Departamento de Cirugía Ortopédica del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIMDC), observó que las pacientes con una afección articular común y dolorosa llamada artrofibrosis experimentaron un alivio prolongado durante y después del embarazo, decidió confirmar su sospecha de que la relaxina podría explicar el fenómeno.
El equipo descubrió que las inyecciones múltiples de relaxina humana directamente en la articulación afectada restablecían el rango de movimiento y mejoraban la salud de los tejidos en un modelo animal de 'hombro congelado', una forma dolorosa y debilitante de artrofibrosis particularmente común entre las mujeres de mediana edad, a menudo diabéticas.
Las inyecciones múltiples de relaxina humana directamente en la articulación afectada restablecían el rango de movimiento
"Las opciones de tratamiento actuales para la artrofibrosis, como la terapia física y la medicación, solo brindan alivio marginal o temporal y no abordan la fuente del dolor y la rigidez --explica Nazarian, quien también es profesor asociado de cirugía ortopédica en la Escuela de Medicina de Harvard--. Aunque se necesita más investigación, la reutilización de esta hormona del embarazo como un tratamiento para la artrofibrosis podría proporcionar una oportunidad sin precedentes".
Más común en los hombros, rodillas, caderas, muñecas y tobillos, la artrofibrosis afecta a más del cinco por ciento de la población general. Se caracteriza por dolor acompañado de una reducción en el rango de movimiento y es causada por una acumulación excesiva de tejido cicatricial en la articulación, provocada por una lesión, traumatismo, inmovilidad a largo plazo o cirugía. Hasta un tercio de los pacientes que se han sometido a una cirugía de reconstrucción de LCA pueden terminar con artrofibrosis.
En el nuevo estudio, utilizando células humanas in vitro, Nazarian y sus colegas demostraron que una versión específica de la hormona, la relaxina-2 humana, inhibe la producción de tejido cicatricial en las células y al disminuir indirectamente la producción de colágeno, la proteína fuerte que soporta las articulaciones y otros tejidos en todo el cuerpo, se sobreproducen en cicatrices.
A continuación, mostraron en un modelo animal de hombro congelado que las inyecciones múltiples en la articulación resultaron en mejoras significativas y duraderas en el rango de movimiento, mientras que una inyección única en la articulación o el tratamiento sistémico no lo hicieron.
De manera similar, cuando los científicos observaron los tejidos de la articulación, los animales que recibieron múltiples inyecciones de relaxina en la articulación parecieron sufrir cambios que indicaban una curación restaurativa.