Redacción | Madrid
El estrés, el embarazo, la exposición solar o ciertas infecciones víricas pueden ser factores causantes o desencadenantes de las enfermedades autoinmunes sistémicas (EAS), un conjunto de afecciones reumáticas de origen aún desconocido en las cuales el sistema inmunitario agrede al propio organismo del paciente, señala la Sociedad Española de Reumatología.
Se estima que uno de cada cuatro adultos en España padece algún tipo de enfermedad reumática y, teniendo en cuenta que en torno al 5% de estas patologías son de carácter autoinmune, podría haber en torno a medio millón de afectados por EAS en este país, dice la doctora Paloma Vela, reumatóloga del Hospital General Universitario de Alicante y profesora asociada del Departamento de Medicina de la Universidad Miguel Hernández de Elche.
Entre las enfermedades autoinmunes sistémicas, las más habituales son el lupus eritematoso sistémico (LES), el síndrome de Sjögren, la esclerodermia, las miopatías inflamatorias, las vasculitis y el síndrome antifosfolipídico. En ellas, se ha demostrado que los factores genéticos tienen una gran importancia, aunque puede haber otros que influyen como hormonales, ambientales o infecciosos.
El diagnóstico de estas enfermedades se basa en la combinación de datos clínicos y pruebas de laboratorio que pueden llegar a ser enormemente específicas de alguna enfermedad concreta. "Han aparecido nuevos anticuerpos que facilitan la detección de algunos procesos, así como mejoras en técnicas diagnósticas como la capilaroscopia o un mejor conocimiento de técnicas de imagen (radiografías, ecografías, escáner), por ejemplo, que facilitan el diagnóstico de algunas vasculitis", ha dicho esta experta.
Por otra parte, respecto al tratamiento, a juicio de la especialista, “los últimos años han sido especialmente interesantes en cuanto a la aparición de nuevos fármacos de enorme utilidad en el manejo de estas patologías, por ejemplo en lupus, así como la aplicación de nuevos protocolos más seguros y eficaces para tratar las vasculitis”.
En cuanto a su pronóstico, la experta ha afirmado que "es muy variable en función del diagnóstico concreto y la gravedad de la enfermedad, pero globalmente ha mejorado en los últimos años gracias a un seguimiento más estrecho en las consultas de Reumatología, un mejor conocimiento de las posibles complicaciones (incluyendo las infecciones y los factores de riesgo cardiovascular) y una mejor utilización de los recursos terapéuticos".
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
El estrés, el embarazo, la exposición solar o ciertas infecciones víricas pueden ser factores causantes o desencadenantes de las enfermedades autoinmunes sistémicas (EAS), un conjunto de afecciones reumáticas de origen aún desconocido en las cuales el sistema inmunitario agrede al propio organismo del paciente, señala la Sociedad Española de Reumatología.
Se estima que uno de cada cuatro adultos en España padece algún tipo de enfermedad reumática y, teniendo en cuenta que en torno al 5% de estas patologías son de carácter autoinmune, podría haber en torno a medio millón de afectados por EAS en este país, dice la doctora Paloma Vela, reumatóloga del Hospital General Universitario de Alicante y profesora asociada del Departamento de Medicina de la Universidad Miguel Hernández de Elche.
Entre las enfermedades autoinmunes sistémicas, las más habituales son el lupus eritematoso sistémico (LES), el síndrome de Sjögren, la esclerodermia, las miopatías inflamatorias, las vasculitis y el síndrome antifosfolipídico. En ellas, se ha demostrado que los factores genéticos tienen una gran importancia, aunque puede haber otros que influyen como hormonales, ambientales o infecciosos.
El diagnóstico de estas enfermedades se basa en la combinación de datos clínicos y pruebas de laboratorio que pueden llegar a ser enormemente específicas de alguna enfermedad concreta. "Han aparecido nuevos anticuerpos que facilitan la detección de algunos procesos, así como mejoras en técnicas diagnósticas como la capilaroscopia o un mejor conocimiento de técnicas de imagen (radiografías, ecografías, escáner), por ejemplo, que facilitan el diagnóstico de algunas vasculitis", ha dicho esta experta.
Por otra parte, respecto al tratamiento, a juicio de la especialista, “los últimos años han sido especialmente interesantes en cuanto a la aparición de nuevos fármacos de enorme utilidad en el manejo de estas patologías, por ejemplo en lupus, así como la aplicación de nuevos protocolos más seguros y eficaces para tratar las vasculitis”.
En cuanto a su pronóstico, la experta ha afirmado que "es muy variable en función del diagnóstico concreto y la gravedad de la enfermedad, pero globalmente ha mejorado en los últimos años gracias a un seguimiento más estrecho en las consultas de Reumatología, un mejor conocimiento de las posibles complicaciones (incluyendo las infecciones y los factores de riesgo cardiovascular) y una mejor utilización de los recursos terapéuticos".
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