Como toda enfermedad crónica, la diabetes conlleva una serie de cambios en la vida cotidiana de quien la padece. No obstante, si se trata adecuadamente, el paciente y su entorno acabarán adaptándose y normalizando la nueva situación.
Desde la Fundación para la Diabetes, declaran que “para algunas personas, el diagnóstico de la diabetes supone el principio del fin de su relación con la glucosa”. Comprender y aceptar la enfermedad es uno de los factores esenciales para que el inicio de la diabetes no suponga una crisis en la persona diagnosticada.
El diagnóstico de la diabetes: inicio del fin de la relación con la glucosa
La habituación a la diabetes también es un factor fundamental. Al inicio de la enfermedad, es necesario un tiempo para que el paciente se acostumbre a su nuevo estilo de vida. Sin embargo, esta etapa no siempre resulta fácil. Es aquí donde cobra especial importancia el apoyo de los familiares y la ayuda de los profesionales sanitarios.
HÁBITOS SALUDABLES Y PSICOLÓGICOS
El diagnóstico de la diabetes invita al paciente a seguir una serie de hábitos saludables. Mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico moderado son dos de los aspectos más conocidos.
Asimismo, los especialistas recomiendan la constancia en el ritmo del sueño o el autoajuste de las emociones mediante prácticas como la meditación. Hábitos psicológicos a que el paciente tenga una vida psicológica y emocional más saludable.
Más información en el blog #CeroHipoglucemias.