La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, María Luisa Carcedo, presentó la campaña institucional contra el tabaco insistiendo en que “todas las formas de fumar, incluidas las nuevas, también crean adicción y son perjudiciales para la salud”. Bajo el eslogan “El tabaco ata y te mata, en todas sus formas”, la iniciativa busca concienciar, sobre todo a los más jóvenes, de que el tabaco siempre es perjudicial, se consuma como se consuma.
En contraposición, consumidores y asociaciones de usuarios de vaporizadores se manifestaron a las puertas del Ministerio criticando que la campaña “confunde a la sociedad al equiparar los cigarrillos electrónicos con el tabaco”. Postura que la mayoría de los especialistas, no defiende: “Nos venden el cigarrillo electrónico como tabaco de menor riesgo, y no solo nos está produciendo los síntomas habituales que ya conocemos por el tabaco, sino que, en muchos casos, encontramos sustancias que no están presentes o que están en menor cantidad en el tabaco convencional. Por lo tanto, el riesgo es mayor”, detalla el Dr. Juan Antonio Riesco, neumólogo y miembro del Área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
"El cigarrillo electrónico es tan lesivo para la salud como el cigarrillo convencional"
En la misma línea se posiciona Ana Hernández Voth, médico especialista del Centro Médico Ruber Internacional Paseo de la Habana, quien asegura que el cigarrillo electrónico “contiene cantidades similares de nicotina que el cigarrillo habitual, por lo tanto, es tan lesivo para la salud como el convencional”.
Asimismo, según alegan los expertos, no existe ningún beneficio que aporte el cigarrillo electrónico sobre el cigarrillo de tabaco convencional. “Estudios experimentales han demostrado que no existe diferencia en la concentración de nicotina y, además, hay un incremento de sustancias cancerígenas en comparación con el tabaco normal”, asegura Riesco.
ALTERNATIVAS SEGURAS: FÁRMACOS Y TERAPIA
Para ambos especialistas, el cigarrillo electrónico no forma parte del tratamiento que utilizan los expertos para la deshabituación tabáquica. “No existen estudios independientes y de prestigio, de investigadores serios en el mundo de la medicina respiratoria, que demuestren que este dispositivo tenga utilidad alguna para dejar de fumar”, aclara Hernández.
No obstante, existen fármacos y terapias recomendables para conseguirlo. “Los tratamientos farmacológicos, la terapia de sustitución de nicotina (parches, chicles, caramelos y spray) y los fármacos para el tratamiento del tabaquismo (bupropión, vareniclina) son terapias para la deshabituación tabáquica cuya seguridad y eficacia están plenamente demostradas y publicadas. Por otro lado, el tratamiento cognitivo conductual gestionado por un profesional dedicado al tratamiento de adicciones, tiene indicación y eficacia plenas en este sentido”, concluye.