El cáncer cuando llega a la vida de una persona transforma todo. De ahí, que los psicólogos, las asociaciones de pacientes y los colectivos de familiares reivindiquen un abordaje de la enfermedad desde una perspectiva social.
"El cáncer no es solo un problema sanitario, es también social. Impacta más allá de los hospitales, a personas vulnerables y ahí se diagnostica la falta de atención social. Debemos avanzar en el trabajo de las enfermedades más allá del ámbito sanitario porque tienen un pacto a nivel comunitario, social o laboral", asegura la directora del Área de Relaciones Institucionales de la Asociación Española contra el cáncer (AECC), Ana Fernández-Marcos.
Concretamente, el Observatorio del cáncer de la AECC ha identificado que hay unas 25.000 personas cada año entran en riesgo de exclusión social cuando se les diagnostica un cáncer. El 26% de personas en edad laboral, podrían entrar en riesgo de exclusión laboral. El intervalo de edad donde se encuentra un mayor número de pacientes es el correspondiente a 55-59 años.
"Acaban decidiendo si pagan la hipoteca o se curan del cáncer"
"En general, tanto los autónomos como los trabajadores por cuenta ajena con salarios bajos tienen que asumir gastos derivados del cáncer: transporte, cuidados, fármacos... Acaban decidiendo si pagan la hipoteca o se curan del cáncer", explica Fernández-Marcos.
La responsable de la AECC indica que se deben apostar por políticas sociales que reparen esta situación. "Las autoridades competentes deben crear ayudas sociales que permitan a estas personas poder salir adelante, por eso, pedimos un plan de protección para los pacientes oncológicos", destaca.
EL CÁNCER EN DATOS
El informe 'El impacto económico del cáncer en las familias en España', realizado por el Observatorio de la AECC analiza estima que el 11% de las personas que han sido diagnosticadas de cáncer en España, durante el año 2017, tenían una situación de riesgo socioeconómico en el momento del diagnóstico o este, ha generado este riesgo con su aparición. Un total de 24.942 personas que, ya sea por encontrarse en desempleo (con o sin prestación), ser trabajadores/as por cuenta propia, y/o disponer de bajos ingresos, el cáncer supone un serio agravante a su situación socioeconómica previa.
Respecto a las conclusiones específicas del colectivo de personas en situación de desempleo y diagnosticadas de cáncer, la entidad asegura que las personas en situación económica de riesgo, derivadas y/o agravadas por el diagnóstico de cáncer, mayoritario es el de personas autónomas (10.986 nuevos casos en 2017), seguido del de personas en situación de desempleo (10.2013 nuevos casos en 2017) y, por último, el de personas con bajos ingresos (3.744 nuevos casos en 2017).
Según este estudio, casi 25.000 personas (24.942) que pueden encontrarse en situaciones muy delicadas durante el proceso de enfermedad oncológica, lo que, sin duda, repercute negativamente a su vivencia de la enfermedad y a sus posibilidades de dedicación y cuidado. Muchas de estas personas comparten estas situaciones con sus familias, no siendo ellas las únicas perjudicadas, sino viéndose afectada toda la unidad familiar.