El pasado 1 de julio, España caía derrotada en los octavos de final de la Copa Mundial de Fútbol, que se ha celebrado durante un mes en Rusia. Fue precisamente la selección anfitriona la que truncó, en una tanda de penaltis, las expectativas de los jugadores que dirigía Fernando Hierro.
Apenas unos días después, el diario Süddeutsche Zeitung publicaba en exclusiva que los internacionales rusos habían esnifado amoniaco para mejorar su rendimiento deportivo en el terreno de juego. De hecho, el diario Bild llegó a acusar a los futbolistas de dopaje.
"Esta acción la hacen miles de deportistas y se utiliza desde hace décadas"
En el reportaje del periódico muniqués, en el que se abordaban los métodos de mejora de la capacidad física, un componente de la Unión del Fútbol de Rusia admitía que el uso de esta sustancia era frecuente. El objetivo que persiguen, asegura, es la estimulación de la respiración y la mejora del flujo sanguíneo antes de la competición.
"Se trata de un amoniaco con el que se impregnan trozos de algodón y, acto seguido, se inhala. Esta acción la hacen miles de deportistas y se utiliza desde hace décadas", indicaba Eduard Bezuglov, médico de la selección rusa, en declaraciones recogidas por el Süddeutsche Zeitung.
Los profesionales sanitarios advierten que este compuesto puede llegar provocar lesiones graves en los ojos y los aparatos respiratorio y digestivo
A día de hoy, el reglamento antidopaje de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), institución organizadora de evento deportivo, no describe que el amoniaco sea una sustancia prohibida para su consumo.
No obstante, hay que tener en cuenta que el amoniaco es un gas incoloro altamentenocivo y tóxico para el organismo. De hecho, los profesionales sanitarios advierten que este compuesto puede llegar provocar lesiones graves en los ojos y los aparatos respiratorio y digestivo.