La Fundación Edad&Vida organiza durante los meses de julio y agosto la novena edición de su “Campaña de Hidratación”, una iniciativa por la que un total de 4.898 personas mayores de toda España recibirán recomendaciones generales para estar adecuadamente hidratadas en verano.
En total, 40 centros residenciales de toda España participan en esta campaña, que recibirán 18.000 litros de Aquarius y Aquarius Zero, y se distribuirá un folleto informativo para concienciar a este colectivo y al personal que le atiende en los centros residenciales de la importancia que tiene una correcta hidratación en esta época del año.
Hay que tener en cuenta que los organismos de las personas mayores tienden a perder una proporción de líquido mayor que el resto. Además, según una encuesta realizada realización por la Fundación Edad & Vida, un 77% reconoce que no bebe la cantidad que debiera. Por todo esto, parece claro que la labor de los centros residenciales en esta época del año resulta esencial para mantener en perfectas condiciones el estado de salud de sus mayores.
El objetivo es concienciar a las personas mayores y al personal de los centros residenciales de la importancia de una correcta hidratación en esta época del año
Ante esta situación, se hace indispensable seguir unas pautas generales para mantener una adecuada hidratación a lo largo del día. Según la European Food Safety Authority (EFSA), la ingesta diaria adecuada de líquidos incluye de forma general 2 litros para las mujeres y 2,5 litros para los hombres. Además, para la EFSA, el 80% debe de proceder de las bebidas, incluida el agua, y un 20% de los alimentos.
Tal y como sugiere la “Guía de buenas prácticas clínicas en Geriatría: alimentación, nutrición e hidratación en adultos y mayores”, de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), es muy recomendable comenzar el día con un vaso de agua de 200 ml para facilitar la motilidad intestinal.
Cuando las personas mayores sienten sed es un síntoma de que su hidratación no es la adecuada. Y es que, con la edad, disminuyen las ganas de beber. Este es un problema que, según la Fundación Edad&Vida, se produce por las dificultades de movilidad o por la presencia de otras enfermedades que pueden hacer que las personas mayores ingieran menos líquido de lo necesario, por lo que se recomienda beber sin esperar a tener sed, ingerir agua y líquidos de forma gradual a lo largo del día, entre los que se incluyen también las infusiones, leche, caldos, zumos y néctares de frutas, etcétera; intentando elegir aquellos con el menor contenido posible de azúcar añadido.