Las mujeres representan el 64% de las personas fumadoras en España frente al 36% de hombres, según datos proporcionados por la app Quiero cuidarme de DKV.
La edad comprendida entre los 18 y los 24 años registra la mayor tasa de consumo de tabaco en la vida de un fumador, lo que concentra más del 25% de los consumidores totales. Este periodo iniciático es cuando ambos sexos fuman más, especialmente las mujeres, que representan el 74% de los fumadores primerizos.
Esta tendencia entre hombres y mujeres aumenta a lo largo de toda la juventud. Hasta los 35 años, el porcentaje de mujeres fumadoras es muy superior al de los hombres. En total, entre los fumadores de 25 a 35 años, sólo el 22% son hombres frente al 78% de mujeres.
El abandono de la adicción al tabaco a los 30 años de edad evita al 90% el riesgo de morir por causas relacionadas con el tabaco
A partir de los 36 años, el número de consumidores, tanto hombres como mujeres, empieza a reducirse, disminuyendo gradualmente a lo largo de los años con el progresivo abandono de la adicción. Los fumadores de entre 36 a 45 años representan el 18% de los consumidores de tabaco, los de 46 a 55 años el 13% y los de 56 a 65 años el 5%.
Y es que, a medida que avanza la edad, el porcentaje entre mujeres y hombres fumadores se equilibra sorprendentemente, igualando paulatinamente la gran diferencia establecida durante la juventud, hasta que finalmente, superados los 56 años hay más hombres fumadores que mujeres, registrando estos un porcentaje del 52% y ellas sólo el 48% respectivamente.
Este fenómeno no se debe a que haya más hombres que inicien el consumo de tabaco a edades tardías. Las cifras revelan que, con los años, la balanza entre fumadores de ambos sexos se iguala debido a que las mujeres abandonan más la adicción al tabaco que los hombres, que persisten en su consumo durante más años.
El abandono de la adicción al tabaco a los 30 años de edad evita al 90% el riesgo de morir por causas relacionadas con el tabaco, mientras que si se deja a los 50 años lo reduce solamente a la mitad. Más de un 60% de los fumadores han intentado dejarlo en algún momento u otro, pero exige por parte del fumador un gran compromiso.
Por eso, el contar con el apoyo tanto familiar como social y de los profesionales de la salud puede resultar de gran ayuda para que el fumador pueda afrontar el reto.